Un incendio en naves industriales de Polinyà ha causado un impacto ambiental significativo en el río Besós y en la calidad del agua de la depuradora de La Llagosta.

Un grave incendio en varias naves industriales dedicadas al almacenamiento de productos químicos en Polinyà, Cataluña, ha provocado un impacto significativo en el ecosistema del río Besós.

Los vertidos resultantes de este siniestro han ocasionado la mortalidad de numerosos peces, los cuales ya han sido retirados del cauce del río.

Ante esta situación alarmante, la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha decidido abrir un expediente informativo a la empresa propietaria de las instalaciones, con el objetivo de determinar si hay responsabilidad ambiental asociada al incidente.

Uno de los efectos más preocupantes del fuego fue su influencia en la depuradora de La Llagosta, donde el agua contaminada logró ingresar a la planta.

A través de un sistema de contención, la depuradora consiguió interceptar 9.000 metros cúbicos de agua, evitando que estos residuos llegaran directamente al río Besós.

Sin embargo, a pesar de este esfuerzo, la elevada carga de contaminantes ha impactado cruelmente la actividad biológica necesaria para el tratamiento adecuado de las aguas residuales, lo que ha complicado la situación en la planta.

Las autoridades han señalado que puede llevar hasta quince días recuperar el normal funcionamiento de la depuradora.

Durante este periodo, las bacterias que son fundamentales para procesar el agua deben volver a desarrollarse y adaptarse a las condiciones requeridas para un tratamiento efectivo.

Hasta que la situación no mejore, se ha recomendado a los municipios ubicados aguas abajo que implementen las medidas necesarias para proteger a sus comunidades, y Aigües de Barcelona ha suspendido la captación del agua del acuífero local como medida preventiva hasta que los niveles de contaminación vuelvan a ser seguros.

Los dispositivos de monitoreo en el río Besós han presentado indicios alarmantes, pues se registró un aumento considerable en la concentración de amonio.

En atención a esta problemática, las autoridades han decidido cerrar temporalmente las playas cercanas, recomendando que se mantengan con bandera roja por un periodo de 24 a 48 horas más.

Esta precaución se dicta en espera de que los niveles de amonio se stabilicen y se acerquen a los límites permitidos de calidad.

Este incidente no es un caso aislado, ya que la región ha enfrentado desafíos históricos en términos de contaminación y gestión de recursos hídricos.

La industria ha tenido un papel crucial en la economía de Cataluña, pero también ha dejado una huella negativa en los ecosistemas locales.

La ACA y otras organizaciones están trabajando en implementar planes para mitigar el impacto de actividades industriales en el medioambiente, con el fin de proteger ríos y acuíferos, y garantizar el bienestar de las comunidades.

La situación actual es un recordatorio de la necesidad urgente de fortalecer las regulaciones ambientales y asegurar que las empresas operen con responsabilidad, preservando así el legado natural de la región para las futuras generaciones.