El Gobierno de la Generalitat de Catalunya invertirá en desalinizadoras móviles y flotantes para asegurar el suministro de agua en zonas afectadas por la sequía.
La Generalitat de Catalunya ha anunciado la adquisición de desalinizadoras móviles y flotantes para garantizar el suministro de agua en áreas afectadas por la sequía.
El objetivo es reforzar el servicio de agua en caso de que las condiciones actuales no mejoren, evitando así situaciones de emergencia más graves.
Estas nuevas infraestructuras proporcionarán agua mientras se llevan a cabo las obras planificadas para aumentar la disponibilidad de agua potable en la región.
La desalinizadora flotante, que se ubicará en el puerto de Barcelona, aportará 40.000 m3 al día en el Área Metropolitana de Barcelona.
Se pondrá en funcionamiento en el nivel de emergencia II, que se estima no se activará antes de octubre de 2024. La cantidad de agua que se podrá agregar diariamente a la red es mayor que la que se hubiera transportado en barcos, siendo además más económica con un coste casi la mitad.
Por otro lado, el Consorcio de Aguas de la Costa Brava Girona adquirirá 12 desalinizadoras móviles con una subvención de 5 millones de euros otorgada por la Agencia Catalana del Agua.
Cada una de estas desalinizadoras producirá 1.000 m3 al día, cubriendo aproximadamente el 35% de la demanda de agua en la zona.
Cuatro de ellas se instalarán en el municipio de Roses, otras cuatro en la estación de tratamiento de agua potable de Empuriabrava, y las restantes en la playa de Empuriabrava.
El agua producida en Roses se destinará a este mismo municipio, mientras que el resto abastecerá a localidades como Cadaqués, Llançà, Palau-saverdera, Port de la Selva, entre otras.
La inversión total estimada es de unos 10 millones de euros, con beneficios notables en la garantía del suministro de agua en la región.