El invierno de 2023-2024 ha sido inusualmente cálido en Cataluña, con temperaturas por encima de la media y escasez de lluvias en la región.
Este invierno ha sido uno de los más cálidos de los registros en Cataluña, con temperaturas que han superado en unos 3 °C la media de 1991-2020 en zonas montañosas.
Se ha destacado por ser comparable al inusualmente cálido invierno de 2019-2020. La falta de lluvias ha sido evidente en la mayoría de Cataluña, con un déficit especialmente grave en el noreste y centro prelitoral, donde en algunos lugares no se llegó ni al 30% de la precipitación promedio.
Sin embargo, en el Segrià, extremo occidental del Noguera y en algunas áreas del Pirineo occidental, las lluvias han sido más generosas.
Se ha registrado un récord de temperatura media de invierno en los observatorios más antiguos de Cataluña: en el Observatorio del Ebro, con datos desde 1905-1906, la temperatura media fue de 13 °C, superando claramente el récord anterior de 12,5 °C en 2015-2016. En el Observatorio Fabra, con registros desde 1913-1914, la temperatura media fue de 12,2 °C, también por encima del récord previo de 11,5 °C, que también se remonta al invierno de 2015-2016.
En cuanto a precios, en la temporada de invierno, los hoteles en Cataluña han mantenido tarifas moderadas, con un precio promedio de 80 euros por noche.
En comparación con la temporada anterior, los precios han aumentado ligeramente, pero siguen siendo accesibles para los turistas.
Las estaciones de esquí en el Pirineo catalán han visto un incremento en el precio de los forfaits, con un costo medio de 50 euros por día.
A pesar de esto, la demanda ha sido alta debido a las condiciones favorables de nieve en la región.
En resumen, el invierno cálido y seco en Cataluña ha marcado un récord de temperaturas altas y ha generado diferencias en la cantidad de lluvias en diferentes áreas de la región.
A pesar de esto, los precios turísticos se han mantenido estables y atractivos para visitantes nacionales e internacionales.