La Junta de Castilla y León continúa fortaleciendo su compromiso con el sector ovino mediante ayudas económicas y colaboración con la Mesa del Lechazo, que es clave para la sostenibilidad y competitividad del sector en la región.

La Junta de Castilla y León, en particular la Dirección General de la Industria y Cadena Agroalimentarias, ha manifestado su compromiso firme con estos productores, reconociendo el papel fundamental que desempeñan en la economía y el medio ambiente de la región.
Recientemente, la autoridad autonómica ha anunciado una ayuda de aproximadamente 13.500 euros, equivalentes a unos 15.000 euros en moneda local, destinada a fortalecer la Mesa del Lechazo, una organización que en 2022 fue reconocida como la Lonja de Referencia en Castilla y León.
Esta entidad juega un papel crucial en la difusión de información transparente sobre los precios en origen, facilitando una mayor estabilidad y justicia en las transacciones.
Supuestamente, esta inversión busca consolidar la labor de la Mesa del Lechazo, que funciona como un órgano de referencia para productores y consumidores, además de promover prácticas sostenibles y mejorar la competitividad del #sector ovino en la comunidad.
La colaboración entre la Administración autonómica, las cooperativas y las industrias cárnicas ha sido determinante para mantener la tradición y el desarrollo de este sector en Castilla y León.
Históricamente, #Castilla y León ha sido pionera en la producción de carne de oveja en España, con una producción que representa aproximadamente el 54 % del total nacional de leche de oveja y cerca del 32 % de la carne de ovino.
Con más de 10.000 explotaciones agrícolas y ganaderas, el sector genera un valor económico superior a los 530 millones de euros anuales, según datos recientes, y es un pilar importante para el empleo rural.
El lechazo
El lechazo, una carne conocida por su ternura, jugosidad y sabor suave, es uno de los productos estrella de la región. Nutricionalmente, aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas del grupo B, minerales como hierro, zinc y fósforo, y cuenta con un perfil graso equilibrado.
Aunque tradicionalmente se asocia a festividades específicas, su consumo durante todo el año ayuda a estabilizar el mercado y fomenta una producción más sostenible.
Para garantizar la autenticidad y calidad del producto, los consumidores deben buscar certificaciones oficiales como las vitolas de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) #Lechazo de Castilla y León o las de Tierra de Sabor, sello que respalda la calidad y origen del producto.
La utilización de estos marchamos es fundamental para distinguir un producto de calidad y proteger la tradición.
Presuntamente, en los últimos años, la demanda de carne de lechazo ha ido en aumento, impulsada tanto por el interés de los consumidores en productos locales y de calidad, como por la promoción de la gastronomía regional en ferias y eventos internacionales.
La historia del sector ovino en Castilla y León se remonta a siglos atrás, siendo una de las actividades económicas más arraigadas en su cultura rural.
Supuestamente, en un contexto global donde la sostenibilidad y la trazabilidad son cada vez más valoradas, la Junta de Castilla y León seguirá invirtiendo en este sector, promoviendo prácticas responsables y apoyando a los ganaderos en la adopción de tecnologías que aumenten la eficiencia y reduzcan el impacto ambiental.
La colaboración entre las instituciones y los productores será clave para mantener la tradición y adaptarse a los desafíos del mercado actual.