La Junta de Castilla y León presenta una nueva estrategia que revolucionará la atención a pacientes con enfermedades crónicas, priorizando un enfoque centrado en la persona y aprovechando los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida de millones de residentes.

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La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha anunciado la implementación de una ambiciosa estrategia para la atención a pacientes con enfermedades crónicas, que beneficiará a aproximadamente dos millones de personas en la región.

Esta iniciativa, denominada 'Visión 2024-2030', busca transformar el sistema sanitario, poniendo énfasis en la prevención, la continuidad asistencial y el cuidado integral, en respuesta a los cambios demográficos y epidemiológicos que enfrenta la comunidad.

Desde hace décadas, las enfermedades crónicas representan uno de los principales desafíos para los sistemas de salud en todo el mundo. Según datos globales, estas patologías son responsables del 60 % de las muertes y generan más del 75 % del gasto sanitario público, incluyendo servicios médicos y farmacéuticos.

En Castilla y León, esta realidad se refleja en cifras alarmantes: la prevalencia de enfermedades crónicas en mayores de 15 años alcanza el 68,2 %, lo que equivale a cerca de dos millones de ciudadanos afectados.

La región destaca por su envejecimiento poblacional, con una tasa de población mayor de 65 años que supera el 27 %, mucho más alta que la media nacional, que se sitúa en torno al 21,8 %.

Este envejecimiento tiene un impacto directo en el consumo de medicamentos, que en Castilla y León ha mostrado un crecimiento exponencial en los últimos años.

Un estudio reciente revela que la proporción de personas mayores de 64 años que toman cinco o más medicamentos simultáneamente ha triplicado en la última década, alcanzando el 28,2 %.

Este fenómeno, conocido como polimedicación, aumenta el riesgo de interacciones y complicaciones, lo que subraya la necesidad de una atención más especializada y coordinada.

La estrategia presentada por el consejero Alejandro Vázquez Ramos busca no solo actualizar las líneas de actuación previas, sino también cambiar radicalmente la forma en que se entiende la salud y el cuidado del paciente crónico.

Para ello, la iniciativa contempla nueve líneas estratégicas, 27 objetivos y 126 acciones concretas que pretenden reestructurar el sistema sanitario, adaptándolo a las necesidades actuales y futuras.

Entre los aspectos innovadores destaca el uso de tecnologías avanzadas como la telemonitorización, plataformas digitales y la historia clínica compartida, que permitirán acercar recursos a zonas rurales y mejorar la eficiencia del seguimiento.

Un pilar fundamental de esta estrategia es el papel reforzado de la Atención Primaria, que pasa a ser el eje central y coordinador del sistema sanitario.

La atención primaria dejará de ser vista como una simple puerta de entrada para convertirse en el punto de referencia para la gestión de la salud de la población, liderando la estratificación de pacientes, la planificación de cuidados y el seguimiento continuo.

Además, la enfermería y la salud pública tendrán un rol decisivo en la implementación de acciones preventivas, educación en autocuidado y promoción de estilos de vida saludables.

La inclusión de la tecnología en la estrategia no solo busca optimizar recursos, sino también humanizar la atención. Herramientas como la teleconsulta y el monitoreo remoto facilitan que los pacientes puedan gestionar su salud desde casa, reduciendo desplazamientos y mejorando la calidad de vida.

Estas innovaciones están pensadas para complementar, no reemplazar, la atención presencial, garantizando un vínculo cercano y de confianza entre profesionales y pacientes.

Por otra parte, la estrategia también se apoya en la colaboración entre diferentes niveles asistenciales y servicios sociales, mediante sistemas de información interoperables y planes de atención individualizada.

La integración operativa busca eliminar la fragmentación que ha caracterizado a los modelos tradicionales, logrando una atención más cohesiva y efectiva.

El impacto de esta iniciativa es especialmente relevante en Castilla y León, donde la prevalencia de enfermedades como hipertensión arterial, artrosis, diabetes y depresión es elevada.

La región ha experimentado en el último año el mayor crecimiento en población de más de 85 años, alcanzando el 5,42 %, porcentaje que supera ampliamente la media nacional, situada en el 3,29 %.

Este envejecimiento acelerado requiere una adaptación del sistema sanitario para afrontar las necesidades específicas de estos grupos.

En términos económicos, el coste de la atención a pacientes crónicos en la comunidad se estima en torno a los 1.200 millones de euros anuales, equivalentes a aproximadamente 1.050 millones de euros en moneda europea. La estrategia busca reducir estos costos mediante una gestión más eficiente y preventiva, priorizando la calidad de vida y el autocuidado.

La participación activa de profesionales, pacientes y comunidades ha sido clave en la elaboración de esta estrategia, que nace del trabajo colaborativo entre expertos en salud pública, gestores sanitarios y asociaciones de pacientes.

Con un horizonte hasta 2030, esta iniciativa promete revolucionar la atención sanitaria en Castilla y León, poniendo a la persona en el centro y aprovechando las tecnologías para un futuro más saludable y equitativo.