Protección Civil en Castilla y León emite una alerta por fenómenos meteorológicos adversos, incluyendo tormentas, lluvias intensas y granizo, que afectarán a todas las provincias desde el sábado al domingo, con recomendaciones para la ciudadanía.

Esta advertencia, que entró en vigor a las 12:00 horas del sábado 5 de julio, se mantendrá hasta las 8:00 horas del domingo, y contempla la posibilidad de #tormentas severas con #lluvias abundantes y granizo.

Supuestamente, las condiciones meteorológicas empeorarán especialmente en la segunda mitad del día, con precipitaciones que podrían acumular hasta 30 mm/h en algunos puntos, y acompañadas de actividad eléctrica, rachas de viento muy fuertes y episodios de granizo de tamaño considerable.

La región, que en la historia ha sido marcada por eventos meteorológicos extremos, como las fuertes nevadas en los Pirineos o las lluvias torrenciales en el Valle del Duero, se prepara para hacer frente a estas condiciones adversas.

Se prevé que estas tormentas tengan una distribución irregular a lo largo del territorio, afectando en mayor medida las zonas de montaña y áreas rurales.

La situación podría remitir durante la noche del sábado al domingo, pero no se descarta la aparición de nubes de evolución diurna en zonas elevadas, con la posibilidad de que se registren chubascos dispersos.

Para la población, las autoridades recomiendan tomar precauciones, como consultar el estado de las carreteras antes de desplazarse, especialmente en zonas de montaña o en áreas con cauces de ríos que puedan experimentar un aumento en su nivel.

La recomendación es circular con el depósito de combustible lleno, un teléfono móvil con batería completa, ropa de abrigo y provisiones de comida y agua.

La Agencia de Protección Civil y Emergencias en #Castilla y León advierte que

Supuestamente, también se aconseja evitar actividades al aire libre debido al riesgo de accidentes o de quedar aislado en zonas de difícil acceso. La Agencia de Protección Civil y Emergencias en Castilla y León advierte que, en caso de emergencia, es fundamental informar con precisión la ubicación y las condiciones del entorno al llamar al 1-1-2.

La vigilancia de cauces de ríos y zonas inundables debe mantenerse activa, y en caso de que el nivel del agua suba peligrosamente, se deben adoptar medidas de autoprotección, como mover los vehículos a lugares seguros.

Históricamente, Castilla y León ha experimentado episodios de fenómenos meteorológicos extremos, incluyendo la gran tormenta de 1983 que dejó inundaciones considerables en varias provincias, o las nevadas récord en 2010 en la provincia de León.

Estos eventos sirven de recordatorio de la importancia de mantenerse #alerta y preparado ante las amenazas naturales.