La Consejería de Movilidad y Transformación Digital ha destinado 3,27 millones de euros para estabilizar un talud en la carretera CL-631, permitiendo la reapertura de la vía.

La Junta de Castilla y León anunció que la carretera CL-631, que conecta Ponferrada con Villablino, ha sido reabierta al tráfico tras la finalización de importantes obras de estabilización de un talud que se había derrumbado.
Esta intervención, que se ubica a la altura de Páramo del Sil, ha requerido una inversión total de 3,27 millones de euros (aproximadamente 3,5 millones de dólares), y es considerada crucial para la movilidad en la región.
El derrumbe del talud ocurrió en mayo de 2025, tras una serie de lluvias intensas que afectaron la estabilidad del terreno. Este incidente provocó el cierre total de la carretera a partir del 15 de mayo, lo que generó problemas de acceso y comunicación para los habitantes de la zona.
Sin embargo, desde el 17 de julio, se implementó un desvío provisional, permitiendo el tráfico alternativo en ambos sentidos mientras se llevaban a cabo las obras de reparación.
Las labores de estabilización incluyeron el saneamiento del talud natural de desmonte en el margen derecho de la carretera, específicamente en el kilómetro 33+300, abarcando una longitud de 270 metros y alcanzando 90 metros de altura.
Durante este proceso, se trasladaron a un vertedero autorizado 107.810 metros cúbicos de material, lo que equivale a más de 10.000 viajes de camiones. Este trabajo fue realizado bajo condiciones difíciles, dado que los operarios debieron trabajar a grandes alturas, lo que implicó la construcción de accesos adecuados para garantizar la seguridad de las operaciones.
El impacto del derrumbe no solo afectó a los usuarios de la carretera, sino que también resaltó la importancia de este eje vial para la economía local, ya que facilita el transporte de personas y mercancías entre Ponferrada y las comarcas de Bierzo y Laciana.
La Consejería de Movilidad y Transformación Digital de la Junta ha manifestado su compromiso con la infraestructura de la región, buscando siempre responder a las necesidades de la ciudadanía.
Este tipo de intervenciones no son nuevas en la región. Históricamente, la zona ha enfrentado desafíos similares debido a su geografía y clima, lo que ha llevado a las autoridades a implementar medidas preventivas y correctivas en el pasado.
A pesar de estos retos, la conclusión de las obras en la carretera CL-631 representa un avance significativo hacia la mejora de la conectividad y la seguridad vial en la provincia de León.
La reactivación de esta vía es vista como un paso positivo para la comunidad local, que se beneficia de una mayor movilidad y acceso a servicios esenciales.
Con la apertura de la carretera, se espera que el flujo de tráfico vuelva a la normalidad, contribuyendo al desarrollo regional y facilitando el transporte en una de las áreas más dinámicas de Castilla y León.