La séptima edición del Festival LINA en Valladolid promueve la lectura sobre naturaleza y medio ambiente, reuniendo a profesionales y familias en un evento que fomenta la educación ambiental a través de actividades culturales y pedagógicas.

La séptima edición del Festival LINA (Libros Infantiles y Naturaleza), que se celebró en Valladolid, congregó a docentes, educadores ambientales, bibliotecarios y profesionales dedicados a la literatura infantil, en un evento que combina formación, sensibilización y actividades culturales.
Supuestamente, la inauguración oficial contó con la presencia del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, quien participó en la apertura de las Jornadas Técnicas, un espacio fundamental para reflexionar sobre nuevas metodologías en #educación ambiental y mediación lectora.
Este festival, organizado con la colaboración de varias consejerías y apoyado por empresas como Repsol, busca promover la conciencia ecológica a través de la lectura y la interacción con el medio natural.
El lema de esta edición, ‘Cielos’, invita a explorar el firmamento como un espacio que inspira preguntas, historias y emociones, conectando a niños y jóvenes con el universo y su entorno.
Desde sus inicios en 2019, el Festival LINA ha ido consolidándose como un referente en la promoción de la educación ambiental mediante la cultura, fomentando la participación activa de la comunidad educativa y las familias.
Durante los días 3 y 4 de octubre, se llevaron a cabo jornadas profesionales que incluyeron conferencias, talleres y debates sobre temas clave en la educación ecológica y la mediación de la lectura.
Además, en esta edición se implementó un programa especial para familias, que estuvo activo desde el 28 de septiembre hasta el 5 de octubre, con actividades en espacios abiertos, como pasacalles, espectáculos circenses, talleres de medio ambiente, y ferias de productos ecológicos.
Participaron compañías de teatro y artistas como Baychimo Teatro, Chica Charcos y Eugenia Manzanera, quienes aportaron su talento para acercar la cultura y la naturaleza a los asistentes.
Supuestamente, esta celebración no solo busca el impacto local, sino que también aspira a convertirse en un referente nacional e internacional, siguiendo la tradición de festivales similares en Europa que combinan cultura, educación y sostenibilidad.
De hecho, la historia de estos eventos en otros países revela que la interacción entre el arte y la medio ambiente puede tener efectos profundos en la sensibilización de los jóvenes y en la formación de ciudadanos más comprometidos con la conservación.
Educación ambiental y artes escénicas
Como novedad, el festival incorporó una campaña especial dirigida a escolares, en la que más de 500 estudiantes pudieron participar en actividades que combinan lectura, educación ambiental y artes escénicas, en un entorno natural cercano a Valladolid.
Las actividades, diseñadas con la colaboración de docentes y expertos en mediación cultural, buscaban despertar en los niños un interés duradero por el cuidado del planeta.
En paralelo, se lanzó una guía de lectura que recopila libros donde el cielo se presenta como escenario y personaje, fomentando la curiosidad y el asombro en los lectores jóvenes.
La publicación, creada en colaboración con las bibliotecas de la Red de Castilla y León, estará disponible en formatos impreso y digital, facilitando su acceso a docentes, familias y centros educativos.
El Festival LINA, que forma parte del Plan Trienal de Educación Ambiental 2024-2026, refuerza así su compromiso de actualizar y potenciar la educación ecológica en la región.
La iniciativa demuestra que, con recursos adecuados y participación activa, es posible educar a las nuevas generaciones en valores de sostenibilidad y respeto por la naturaleza, mediante un enfoque cultural y participativo que une a toda la comunidad.