La Junta de Castilla y León destina cerca de 3.800 millones de euros a iniciativas de cooperación internacional en países en desarrollo, beneficiando a casi 250.000 personas en América y África durante 2025.

La inversión total asciende a aproximadamente 3.800 millones de euros, cifra que refleja el compromiso de la región con la ayuda humanitaria y el apoyo a comunidades vulnerables en el mundo.

Estos proyectos están destinados a mejorar las condiciones de vida de casi 250.000 personas en países de América y África, incluyendo naciones como Bolivia, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras, Senegal, Mozambique, Burkina Faso, la República Democrática del Congo y Guinea-Bisáu.

La iniciativa forma parte de la estrategia de #cooperación internacional de Castilla y León, alineada con el IV Plan Director de Cooperación para el Desarrollo, que busca promover prácticas sostenibles y garantizar el respeto a los derechos humanos.

Supuestamente, la mayor parte de la inversión, que equivale a unos 3.300 millones de euros, se destinará a proyectos de desarrollo, mientras que aproximadamente 500 millones de euros serán destinados a microproyectos. La duración máxima de estos proyectos es de dos años, con una inversión individual que no superará los 280.000 euros, y en el caso de los microproyectos, la ejecución se realiza en un año con un financiamiento que no excede los 60.000 euros.

El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, afirmó que “el objetivo principal de estas acciones es mejorar las condiciones de las comunidades más vulnerables en países en desarrollo, siempre respetando los estándares internacionales de derechos humanos.

La solidaridad de la ciudadanía de #Castilla y León debe reflejarse en acciones concretas y sostenibles”.

Estas ayudas no solo cubren necesidades inmediatas como el acceso al agua potable, alimentación, salud y vivienda, sino que también buscan generar un impacto a largo plazo mediante la formación, el fortalecimiento de infraestructuras y la promoción de buenas prácticas entre las comunidades beneficiadas.

Supuestamente, en materia de acceso a agua y saneamiento, se apoyarán siete proyectos y cuatro microproyectos en países como Bolivia, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Mozambique y Burkina Faso.

Las intervenciones principales incluyen la construcción y mejora de sistemas de abastecimiento, la instalación de filtros y plantas potabilizadoras, además de programas integrados de gestión del agua y saneamiento.

En cuanto a la seguridad alimentaria, se financiarán siete proyectos y dos microproyectos orientados a promover prácticas agrícolas sostenibles, recuperación de suelos y diversificación de cultivos en comunidades indígenas de Guatemala, Honduras, El Salvador y Senegal.

Estas acciones pretenden mejorar la nutrición y la autosuficiencia alimentaria en dichas regiones.

En el ámbito educativo, se han aprobado dos proyectos en Guinea Bissau y la República Democrática del Congo, centrados en garantizar el acceso a la educación inclusiva y en la formación profesional para jóvenes y mujeres, con especial atención a las comunidades más desfavorecidas.

Las iniciativas en salud, que incluyen dos proyectos en Guatemala y Honduras, se enfocan en promover el desarrollo integral de la infancia, con especial énfasis en la nutrición, y en mejorar el acceso a servicios sanitarios para poblaciones afectadas por conflictos y violencia.

Promoviendo la participación ciudadana y el desarrollo sostenible

Por último, en materia de vivienda, se financiará un proyecto en Guatemala que busca fortalecer la soberanía y la gestión ambiental en comunidades locales, promoviendo la participación ciudadana y el desarrollo sostenible.

Supuestamente, estas acciones reflejan la voluntad de Castilla y León de colaborar con organizaciones no gubernamentales y otros actores internacionales para crear un mundo más justo, equitativo y próspero.

González Gago añadió que “la región continuará uniendo esfuerzos y compartiendo recursos públicos para impulsar un desarrollo que beneficie a las comunidades más vulnerables, en línea con los valores de solidaridad y justicia social”.

Este compromiso se enmarca en una historia de cooperación que, desde hace décadas, ha convertido a Castilla y León en una de las regiones de España más activas en #proyectos solidarios internacionales, con un legado que data desde la ayuda a países latinoamericanos en los años 80 hasta las actuales iniciativas de desarrollo sostenible y derechos humanos.