La próxima semana, del 19 al 25 de agosto, la Policía Local de Zaragoza se unirá a una iniciativa nacional coordinada por la Dirección General de Tráfico (DGT) para fortalecer los controles preventivos sobre el consumo de alcohol y drogas entre los conductores.

Esta campaña tiene como principal objetivo garantizar la seguridad vial para todos, incluyendo tanto a los que manejan vehículos como a los peatones.

El alcohol se ha identificado como un factor clave en un tercio de los accidentes de tráfico mortales en España.

Un aumento en la tasa de alcoholemia puede multiplicar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico entre 2 y 15 veces, dependiendo de cuán elevado sea el nivel de alcohol en sangre.

Aunque se permita un límite legal, cualquier cantidad de alcohol puede incrementar el peligro al conducir, ya que la única tasa realmente segura es el 0,0%. A lo largo de la última década, se ha observado un cambio significativo en la conducta de los ciudadanos respecto al consumo de alcohol al volante, evidenciado por una notable disminución en el número de positivos durante los controles.

Sin embargo, las autoridades siguen considerando fundamental seguir trabajando para reducir este índice aún más.

La meta es lograr un cambio de mentalidad que fomente la responsabilidad entre los conductores y los incentive a optar por alternativas seguras, como el uso de transporte público o servicios de taxi.

El consumo de drogas psicoactivas también se ha convertido en un problema preocupante.

La presencia de sustancias como el cannabis (THC), la cocaína y las anfetaminas en los conductores se considera habitual y pone en riesgo no solo a quienes están al volante, sino también a otros usuarios de las vías.

La combinación de diferentes sustancias, una práctica peligrosa y preocupante, se ha detectado con frecuencia en numerosos controles.

Las consecuencias del consumo de alcohol y drogas no se limitan a los conductores.

Los peatones también están expuestos a riesgos significativos, ya que el uso de estas sustancias puede alterar su percepción del entorno, disminuir su visión y aumentar su propensión a asumir riesgos innecesarios, lo que eleva la posibilidad de ser atropellados.

Es esencial que los ciudadanos tomen conciencia de la gravedad de los riesgos asociados con la conducción en estado de ebriedad o bajo la influencia de drogas.

La campaña no solo busca un incremento en los controles, sino también generar una mayor conciencia sobre las implicaciones que estas acciones tienen en las vidas de todos.

La seguridad en las carreteras es responsabilidad de cada uno de nosotros, y ser proactivos en este sentido puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Con el inicio de esta campaña, se espera que los ciudadanos respondan con responsabilidad y que, a su vez, este tipo de iniciativas contribuya a una notable reducción en el número de accidentes en las carreteras de Zaragoza y otras partes del país.