La reanudación de la circulación en el Coso permite volver a la normalidad en el transporte público, tras importantes hallazgos arqueológicos en la zona.
A partir de las 15:00 horas de este martes, el Ayuntamiento de Zaragoza restablecerá la circulación en el Coso, una de las arterias principales de la ciudad, luego de concluir los trabajos de sondeo arqueológico que se llevaron a cabo por varios meses.
Estos sondeos fueron esenciales para recolectar información relevante que permitirá la redacción del proyecto de reforma de esta calle y la vecina plaza de San Miguel.
Los trabajos arqueológicos se realizaron en dos etapas; la primera en la plaza de San Miguel y la segunda, que comenzó en junio, en el Coso.
Durante este período, se tuvo que modificar la ruta de varias líneas de autobús urbano, incluyendo las líneas 21, 22, 28, 29, 30, 35, 38, 39, 40, N1 y N5, las cuales, a lo largo de la tarde, recuperarán sus recorridos habituales.
Esta restauración del tráfico se llevará a cabo de forma progresiva, coordinándose con la Policía Local para evitar incidentes.
El efecto de estos sondeos ha sido notorio en el Coso, donde durante el último mes y medio se concentraron los esfuerzos en el tramo entre la plaza de España y la calle Espartero.
A lo largo de esta intervención, se realizaron diez sondeos arqueológicos, revelando un subsuelo profundamente alterado a causa de la urbanización y el paso del tiempo.
A tres metros de profundidad, se halló una galería de hormigón que data de las primeras décadas del siglo XX, destinada al suministro de agua.
Resulta interesante recordar que fue en 1979 cuando el Ayuntamiento de Zaragoza asumió un papel activo en la preservación de su patrimonio arqueológico, un proceso que ha ido ganando importancia en las últimas décadas.
Los hallazgos más significativos se localizaron entre los 3,5 y 5 metros de profundidad.
En esta zona, se encuentra el antiguo foso extramuros de la muralla romana, colmatado con fragmentos de materiales y tierras de los siglos XII y XIII. Superpuesto a este hallazgo, se descubrieron estructuras de época bajomedieval de los siglos XIV y XV, que revelan el modo de vida y los avances arquitectónicos de aquellas épocas.
Además, se encontraron capas de materiales que datan de finales del siglo XV y principios del XVI, marcando el abandono de dichas estructuras.
En la plaza de San Miguel, los arqueólogos también realizaron nueve sondeos, encontrando valiosos restos como fragmentos de pavimentos, huesos del antiguo cementerio medieval de la región, y objetos cerámicos y metálicos de la época romana.
Aunque las condiciones de conservación eran deficientes debido a la humedad del terreno cercano al río Huerva, los restos fueron trasladados a la sede de Arqueología Municipal en el antiguo Cuartel de Pontoneros para su limpieza y estudio.
Es digno de mención que, aunque no se encontraron estructuras funerarias completas, la información recolectada indica que esta área ya estaba habitada en tiempos romanos.
Estos hallazgos contribuirán a crear una representación más detallada de la evolución histórica de Zaragoza.
Con estos datos en mano, el Ayuntamiento ahora se encuentra analizando todos los materiales recuperados y elaborando informes, que serán enviados al Patrimonio del Gobierno de Aragón.
Esta administración es la encargada de supervisar el resguardo de los restos arqueológicos y colaborará estrechamente en el diseño futuro de la reforma urbana de estas áreas.
En total, Zaragoza continúa mostrando su rica historia y el patrimonio cultural que se encuentra oculto bajo sus calles.