Las obras en la carretera del Aeropuerto afectarán el tráfico y el estacionamiento durante cerca de diez meses.
Este lunes, Zaragoza dará inicio a un importante proyecto de obras de integración urbana en la N-125, la carretera que conecta con el Aeropuerto de la ciudad.
El trabajo se llevará a cabo entre la intersección con la N-232 y la rotonda del Camino de Bárboles, y se estima que su finalización tomará aproximadamente diez meses.
Este tipo de obras se enmarca dentro de un esfuerzo mayor por mejorar la infraestructura de transporte en la región, algo que ha sido una necesidad constante en las últimas décadas debido al aumento en el volumen de tráfico y la urbanización de áreas circundantes.
Entre el 19 y el 21 de agosto, se llevarán a cabo las actividades preliminares en la Ronda Ibón de Plan y cerca del Centro Empresarial San Lamberto, lo que podría causar inconvenientes en la disponibilidad de plazas de aparcamiento y el flujo vehicular en estas áreas.
Una vez concluidas estas tareas iniciales, la primera fase de la obra comenzará el miércoles 21 de agosto y durará 5 meses, durante los cuales se cerrará al tráfico la carretera entre las rotondas del Camino de Bárboles y la Ronda Ibón de Plan.
Este corte significará que los vehículos que provienen de la calle Vistabella no podrán acceder a la N-125 y deberán tomar un desvío por la calle de las Palmeras.
La circulación hacia la N-125 será posible a través de la Ronda Ibón de Plan, permitiendo giros a la derecha tanto para acceder a la N-232 como para dirigirse a los Lagos de Llosas.
Se habilitará un cambio de sentido en esta zona para facilitar el tráfico.
Adicionalmente, aquellos que deseen llegar a Miralbueno desde la N-232 deberán utilizar la Calle Lagos de Llosas.
Solo se permitirá el acceso por la N-125 (en dirección a Ronda Ibón de Plan) a los vehículos que necesiten acceder al Polígono Industrial del Centro Empresarial San Lamberto y a las propiedades cercanas a la Calle de San Bartolomé. Estas obras no solo modificarán las rutas de vehículos particulares, sino que también afectarán a varias líneas de autobús que son operadas por el Consorcio de Transportes.
Este impacto apunta a la necesidad de una planificación adecuada para minimizar las molestias a los ciudadanos durante la duración del proyecto.
La N-125, un eje clave para la movilidad en Zaragoza, ha sido objeto de atención en años recientes, ya que la ciudad continúa su expansión.
Históricamente, esta carretera ha visto transformaciones significativas para adaptarse a los flujos de tráfico crecientes, lo que evidencia un compromiso por parte de las autoridades locales para mantener y mejorar las infraestructuras de transporte.
La ejecución de estas obras subraya la importancia de la seguridad vial, así como la necesidad de mejorar la conectividad entre diferentes puntos de la ciudad.