El Ayuntamiento de Zaragoza está ultimando una revisión del Plan General de Ordenación Urbana para agilizar la construcción de viviendas en los barrios rurales, con medidas que reducirán costes y promoverán viviendas protegidas.
Esta estrategia, que fue anunciada por el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, en una reunión con alcaldes de barrio en la Casa Consistorial, busca hacer frente a la problemática de la falta de oferta de #vivienda en estas áreas que, a pesar de su atractivo por la calidad de vida, enfrentan dificultades para el desarrollo residencial.
Supuestamente, esta iniciativa pretende facilitar un desarrollo más eficiente del suelo en los barrios rurales, permitiendo que los terrenos puedan ser urbanizados con menor coste y en menor tiempo.
La propuesta incluye ajustar el régimen de urbanización para reducir los costes asociados y hacer más viable la construcción de viviendas protegidas y asequibles, atendiendo así las demandas de los jóvenes que emigran a las zonas urbanas en busca de opciones habitacionales.
Históricamente, el PGOU de 2001 fue concebido con la idea de convertir los barrios rurales en polos de crecimiento residencial desconcentrado, incentivando grandes desarrollos urbanísticos con la esperanza de mejorar infraestructuras y servicios.
Sin embargo, estos planes no se materializaron en su totalidad debido a los elevados costes de urbanización y a una burocracia que ralentizaba los procesos.
Además, las viviendas proyectadas en los planes anteriores tendían a ser de baja densidad y de tipo unifamiliar, lo que no respondía a las necesidades actuales de una población joven que busca opciones más variadas.
Supuestamente, la revisión que se está llevando a cabo contempla dividir grandes sectores de suelo urbanizable en unidades más pequeñas y manejables, facilitando así una urbanización progresiva y más económica.
También se propone modificar los sistemas de ejecución de los proyectos, permitiendo que el Ayuntamiento asuma directamente algunas obras de infraestructura en casos donde los promotores privados no hayan cumplido con los plazos o costes establecidos.
Otra de las medidas que se estudian es la posibilidad de que el Ayuntamiento asuma la ejecución inicial de las obras y, posteriormente, recupere estos costes mediante la venta de parcelas o la cesión de aprovechamiento urbanístico.
Esto facilitaría la creación de suelo urbanizado que pueda ser utilizado para programas de vivienda pública y protegida
Esto facilitaría la creación de suelo urbanizado que pueda ser utilizado para programas de vivienda pública y protegida, con el objetivo de ofrecer alternativas habitacionales a los residentes rurales.
Asimismo, se contempla la implementación de áreas polisectoriales, en las que sectores urbanizables en la ciudad interior puedan asumir algunas cargas de infraestructura en los barrios rurales a cambio de obtener un mayor aprovechamiento urbanístico.
Estas acciones suponen un cambio en la normativa vigente, permitiendo que las nuevas urbanizaciones sean más sostenibles y adaptadas a las necesidades reales de la población.
Supuestamente, estas reformas no solo reducirían los costes de urbanización, sino que también facilitarían que los jóvenes y las familias puedan residir en los barrios rurales de Zaragoza, contribuyendo a equilibrar el crecimiento de la ciudad y revitalizar estas áreas que, durante mucho tiempo, han quedado rezagadas respecto al centro urbano.
