Consejos para superar el dolor de una ruptura de amistad

En Zaragoza, hay ocasiones en las que la vida simplemente nos separa: por ejemplo, mientras tú sigues estudiando, tu amigo/a comienza a trabajar con horarios incompatibles, y poco a poco dejan de verse.

Aunque el cariño siga presente, la relación se va perdiendo.

Esta situación es muy común y aunque puedas sentir nostalgia, por lo general no hay un dolor intenso por la pérdida.

Además, esta situación no es irrecuperable.

Si deseas retomar la amistad, siempre puedes intentarlo con un simple mensaje por Whatsapp.

Y si te das cuenta de que no es posible, no pasa nada.

Sin embargo, cuando la ruptura de una amistad ha sido abrupta, enfrentarla se vuelve mucho más complicado.

A veces, una separación de un/a amigo/a puede doler más que una ruptura de pareja, y esto no es raro.

En muchas ocasiones, nuestros/as amigos/as nos conocen desde hace más tiempo que nuestras parejas, hemos compartido mucho y son quienes nos cuentan todo.

Son casi como parte de nuestra familia.

En una relación de amistad así, sentirse traicionado/a es muy doloroso.

Si la traición es lo suficientemente grave como para decidir poner fin a la amistad, el sentimiento más común es la tristeza.

Otras veces, somos nosotros/as quienes sin darnos cuenta o sin desearlo, herimos a la otra persona y esto resulta en su rechazo, con todo el dolor que eso implica.

Aunque te haya hecho sentir mal en algún momento, perder a un/a amigo/a es una verdadera pérdida.

Este proceso se asemeja a un proceso de duelo: alguien que antes era una presencia constante en tu vida, ya no está. Estos momentos nos invitan a reflexionar y adaptarnos a una nueva realidad.

En nuestro primer número también hablamos sobre cómo adaptarnos al cambio.

En esta ocasión, queremos ayudarte con este proceso brindándote cinco claves.

Estas claves pueden ser recordadas fácilmente como las 5A: Análisis, Aprendizaje, Autocuidado, Aceptación y Agradecimiento.

Análisis: es importante que reflexiones en lo que ha ocurrido para poder comprenderlo.

¿Qué fue exactamente lo que ocurrió? ¿Se podría haber cambiado la situación de alguna manera?

Aprendizaje: esta es la razón de la tristeza.

Nos ayuda a conectarnos con nosotros/as mismos/as, nos permite mostrarnos vulnerables y buscar el apoyo de otras personas.

También nos permite, después de reflexionar sobre la situación, aprender las lecciones que podamos extraer de ella.

Autocuidado: el objetivo del duelo es superarlo.

Ya mencionamos que sentir tristeza es normal, pero lo importante es ser capaz de sobreponerse a ella.

Quedarse en casa rumiando pensamientos negativos no ayudará a mejorar las cosas.

Hacer actividades que te gusten, quedar con otras personas, te ayudará a lograrlo.

Aceptación: aunque una parte de ti desearía volver al pasado, la situación es lo que es y aceptarlo es lo mejor que puedes hacer.

Ya hablamos de que nada es para siempre y es importante recordar esto en estos casos.

Agradecimiento: el hecho de que tengas problemas en este momento con una persona no borra todas las cosas buenas que compartieron.

Es importante darle más peso a lo bueno vivido que a la tristeza de la ruptura.

¿Deberías intentar recuperar la amistad? Algo en lo que debes reflexionar es si verdaderamente deseas recuperar esa amistad.

Piensa ¿es realmente tan grave lo que ocurrió? A veces necesitamos un poco de tiempo para entender que, en realidad, hemos perdido más por la ruptura que por lo que la provocó. En estos casos, suele ser una buena idea intentar acercarte de nuevo: si al final eso no sucede, al menos tú te quedarás con la tranquilidad de haberlo intentado.

Si fuiste tú la persona que hirió a la otra, dar el primer paso suele ser una buena idea.

Reflexiona sobre cómo se siente y qué puedes hacer para mejorar la situación.

Quizás el perdón no sea posible en ese momento, pero al menos dejarás la puerta abierta.