En un acto lleno de emociones, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha entregado a la Hermandad del Baratillo una réplica de la Medalla de la Ciudad en una ceremonia celebrada en la Parroquia del Sagrario.

Este evento se produce en un momento significativo, ya que es previo a la coronación de Nuestra Señora de la Piedad, cuyo fervor y devoción han resonado en la ciudad en los últimos meses.

La entrega de la medalla es un reconocimiento a la rica historia que acompaña a la Hermandad del Baratillo, grupo profundamente enraizado en la cultura sevillana.

La Junta de Gobierno local ya había decidido en julio pasado otorgar esta distinción a la cofradía, la cual fue inicialmente celebrada en 1983 cuando se conmemoró la Coronación Canónica de la Virgen de la Piedad.

A través de los años, esta hermandad ha ido ganando relevancia, convirtiéndose en una de las más queridas y con mayor personalidad en la Semana Santa sevillana.

El alcalde Sanz, en su intervención, no escatimó en palabras de aliento y admiración, señalando que los miembros de la Hermandad están “viviendo un sueño que comenzó con el anuncio de la Coronación por parte del Arzobispo en la Iglesia de la Caridad”. Esto ha dado lugar a un año repleto de preparativos y expectativas que culminan en las festividades actuales.

Su discurso se centró en poner de relieve la importancia de este acontecimiento, describiendo el momento como uno de los más relevantes para la historia de la Cofradía desde su creación alrededor de la cruz de forja en el monte del Baratillo.

El Alcalde también recalcó el orgullo que siente al realizar esta entrega, subrayando el significante homenaje que representa hacia la hermandad y aquellos cofrades que han sido parte de su historia, específicamente mencionando a aquellos que ya no están pero que dejaron una huella imborrable en la congregación.

“Este momento es también para recordar a todos los baratilleros que han contribuido a hacer posible esta coronación”, agregó Sanz.

La Medalla de la Ciudad, como expresó el alcalde, simboliza no solo un reconocimiento institucional, sino también una celebración del legado de la Hermandad del Baratillo y su inquebrantable devoción en la celebración de la Semana Santa en Sevilla.

Este reconocimiento reafirma la idiosincrasia de la ciudad andaluza donde cada hermandad y cofradía forma un tejido social complejo y vibrante que es fundamental para entender las tradiciones y costumbres locales.

Además de la medalla, se entregó un pergamino que certifica esta concesión, adornado con un diseño realizado por Antonio Garduño Navas que representa el Arquillo del Ayuntamiento.

Este tipo de distinciones aporta un valor significativo a las tradiciones culturales de Sevilla, reforzando la conexión entre la comunidad y sus raíces históricas.