En la ciudad de Sevilla, el alcalde José Luis Sanz ha declarado que la XXIII Bienal de Flamenco ha sido un éxito rotundo, posicionando a la ciudad como la capital mundial del flamenco una vez más.

En esta edición histórica, la recaudación por venta de entradas ha alcanzado la impresionante cifra de 1.008.701 euros, un hito que nunca se había logrado en las anteriores bienales.

Más de 39.900 espectadores han disfrutado de este evento, que ha sido catalogado como el mejor de su historia.

Con el lema “Ole de nuevo”, esta bienal ha vuelto a llenar los teatros de aplausos y ha presentado una programación que ha destacado por su fusión de tradición y modernidad.

Se han llevado a cabo un total de 64 espectáculos, 39 de los cuales se celebraron con entradas agotadas, logrando una ocupación media superior al 90%. Esto no solo resalta el interés en el flamenco, sino la relevancia de la bienal como motor cultural de la ciudad.

Uno de los datos más significativos de esta edición es que se han presentado 17 estrenos absolutos, lo que añade un valor adicional a la bienal, ya que estos espectáculos podrán ser llevados a otros escenarios alrededor del mundo.

Además, los organizadores informan que se realizaron actividades paralelas bajo el título “Otros Oles”, donde más de 100.000 personas participaron.

Este evento ha permitido que los sevillanos y visitantes se sumergieran en el universo del flamenco a través de cine, literatura y música.

La Bienal ha demostrado un fuerte impacto turístico, con un estudio reciente que revela que un 32,3% de los asistentes eran turistas, la mayoría de los cuales elegían Sevilla como su destino.

Estos turistas permanecieron en la ciudad una media de 6 noches y gastaron 126 euros al día.

Por otro lado, el gasto de los excursionistas fue de 57 euros diario.

Estos números indican que la bienal no solo atrae aficionados al flamenco, sino que también juega un papel importante en la economía local.

Un 54,3% de los espectadores eran residentes de Sevilla, mientras que el 13,4% eran excursionistas.

En términos de origen, un 60% de los turistas eran nacionales, siendo los andaluces y madrileños los más numerosos.

En cuanto a la demanda internacional, Francia y Alemania se posicionaron como los principales países de procedencia.

El público femenino constituyó el 55% de la audiencia, lo que refleja un interés creciente por el flamenco entre las mujeres.

La importancia de la XXIII Bienal de Flamenco va más allá de su éxito inmediato, impactando en la intención de retorno de los visitantes, con un 63,5% de ellos indicando que planean volver a Sevilla.

Además, el evento tuvo un amplio alcance mediático, generando casi 4.000 impactos en medios de comunicación, alcanzando a más de 911 millones de personas a nivel global.

Este éxito mediático ha colocado a Sevilla y su historia flamenca en el mapa internacional.

Los escenarios de la bienal fueron variados y abarcaron desde el Teatro de la Maestranza hasta el Muelle Camaronero, lo que permitió que el flamenco tuviera presencia en todos los distritos de Sevilla.

Esta diversidad de espacios es clave para la inclusión cultural, llevando el arte jondo a cada rincón de la ciudad.

Con actividades como 'Flamenco a Pie de Calle', se acercó la cultura a la ciudadanía, permitiendo que más de 100.000 personas se unieran a la celebración.

Por lo tanto, el éxito de la XXIII Bienal de Flamenco no solo resalta la importancia del flamenco como patrimonio cultural, sino que también demuestra su capacidad para atraer turismo y fortalecer la economía de Sevilla.

Con el lema “Ole de nuevo”, el evento no solo ha resonado en las tablas, sino que ha dejado una huella profunda en la historia cultural de la ciudad.