En la ciudad de Sevilla, el alcalde José Luis Sanz llevó a cabo una ceremonia en la Casa Consistorial para rendir homenaje a dos destacadas medallistas olímpicas sevillanas, Alisa Ozhogina y Marina García Polo.

Estas talentosas atletas lograron hacerse con la medalla de bronce en la competición por equipos de natación artística durante los recientes Juegos Olímpicos de París, un logro que marca el regreso de España al podio en este deporte después de 12 años de ausencia.

El alcalde Sanz expresó su orgullo como representante de la ciudad, destacando el impacto positivo que estas jóvenes están teniendo al llevar el nombre de Sevilla a rincones lejanos del mundo.

Durante la recepción, el edil no solo felicitó a Alisa y Marina por su notable éxito, sino que también hizo mención especial al Club Sincro Sevilla, la institución a la que pertenecen.

Sanz reconoció el trabajo arduo y la dedicación que el club ha demostrado en la promoción de la natación artística a nivel base en la capital andaluza.

Además de las palabras de aprecio, el alcalde entregó a cada una de las medallistas un giraldillo y una bandera de Sevilla.

Este gesto simboliza el deseo de que continúen promoviendo el emblema de la ciudad en todas sus competiciones y viajes internacionales.

En su discurso, Sanz subrayó: "Sevilla y todos los sevillanos estamos profundamente orgullosos de vosotras y esperamos que sigan siendo muchos años más de triunfos y de éxitos".

El hecho de que las medallistas regresen a España con este reconocimiento resuena especialmente en el legado deportivo de Sevilla, que ha producido muchos atletas de primer nivel en diversas disciplinas.

La natación artística en particular ha cobrado relevancia en las últimas décadas, sumando más medallas y conquistando nuevos horizontes en competencias internacionales.

Este evento no solo celebra un logro deportivo, sino que también refleja el compromiso de Sevilla con el desarrollo del deporte y el talento local.

La administración se muestra dispuesta a seguir apoyando la práctica deportiva y a impulsar a futuras generaciones de atletas.

Las medallas ganadas por Alisa y Marina no son solo un triunfo personal; representan el esfuerzo colectivo de un equipo que ha trabajado igualmente duro y también la pasión de los entrenadores y las familias involucradas en la natación artística.

Su éxito en París no solo eleva el prestigio de las competiciones, sino que también inspira a jóvenes deportistas sevillanos a soñar en grande y esforzarse por alcanzar sus metas.

La historia del deporte en Sevilla es rica y variada, y cada nuevo logro de sus atletas escribe un capítulo más en la narrativa de una ciudad que valora y celebra el esfuerzo y la dedicación en cualquier ámbito.

Este recibimiento de las medallistas es una clara muestra de ese reconocimiento, que va más allá de un simple premio, convirtiéndose en un símbolo de esperanza e inspiración para todo un pueblo.