El nuevo informe revela el potencial de la bioeconomía en Málaga, buscando soluciones a la despoblación y fomentando el desarrollo económico local.

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La Diputación de Málaga ha dado un paso significativo en la promoción de la bioeconomía forestal con la presentación del informe titulado ‘BioAction Social Málaga’.

Este documento, que realiza un diagnóstico exhaustivo del potencial de la bioeconomía circular en la provincia, marca un hito al identificar y analizar las cadenas de valor de los recursos agroganaderos y forestales.

Para su elaboración, se han recopilado datos a partir de encuestas realizadas a representantes de más de cincuenta municipios, lo que evidencia el creciente interés por este modelo económico.

El presidente de la Diputación, Francisco Salado, junto a Javier Calvo de la Fundación Cesefor, que llevó a cabo el estudio, destacó que en la provincia existen 362.000 hectáreas de patrimonio forestal que ofrecen importantes recursos como biomasa, madera, corcho, y productos derivados de la apicultura y micología.

Salado subrayó la necesidad de agregar valor local a estos recursos, señalando que actualmente se exporta corcho sin procesar, lo que limita las oportunidades económicas para la región.

Además, hizo énfasis en el sector agropecuario, donde predominan cultivos leñosos que abarcan 135.000 hectáreas, incluyendo olivar, viñedos y frutales subtropicales. La investigación se inscribe dentro de un protocolo de colaboración firmado con la Fundación Cesefor, comprometida con el desarrollo sostenible del sector forestal desde hace más de 20 años.

Durante la presentación, se contó con la presencia de varios alcaldes locales, reflejando la participación activa de las comunidades en este proceso.

El informe no solo se centra en la identificación de recursos, sino que también busca crear un impacto económico al transformar residuos en riqueza, generar empleo y reducir el despoblamiento en las áreas rurales.

La bioeconomía circular se presenta como una estrategia clave que promueve el desarrollo sostenible al aprovechar recursos biológicos renovables, provenientes de la agricultura, ganadería, y los bosques.

Javier Calvo resaltó que este estudio ofrece información valiosa sobre qué recursos están disponibles en Málaga, su ubicación y el potencial que tienen para la creación de bioproductos.

La iniciativa también se propone fomentar una industria de transformación que potencie la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de recursos. La Diputación de Málaga busca liderar el desarrollo de la gestión forestal en Andalucía, enfrentando retos sociales como la despoblación y el desempleo juvenil y femenino.

Con esta estrategia, se abrirá un debate para diseñar una hoja de ruta que permita obtener un triple impacto: económico, medioambiental y social. La idea es generar oportunidades de empleo y fijar la población en el campo mediante proyectos que conecten los recursos locales con los mercados emergentes.

En resumen, la Diputación de Málaga está posicionándose como un referente en la bioeconomía forestal, impulsando un modelo que no solo busca el crecimiento económico, sino también el bienestar social y la sostenibilidad ambiental.

La bioeconomía, como ha señalado Calvo, es más que un concepto teórico; es una oportunidad real para revitalizar la economía rural y generar nuevas actividades empresariales.