Un grupo de gobernadores estadounidenses alerta sobre los efectos negativos de un proyecto de ley que podría retirar beneficios alimenticios a más de 42 millones de personas, incluyendo 3 millones en Nueva York, poniendo en riesgo la economía local y la seguridad alimentaria.

Esta iniciativa, conocida como la ley de reconciliación, amenaza con reducir significativamente los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que actualmente ayuda a más de 42 millones de estadounidenses a acceder a alimentos básicos.
La cifra equivale aproximadamente a unos 39 millones de euros, según la conversión actual, y afecta a más de 13% de los hogares del país que enfrentan inseguridad alimentaria.
El gobernador de Nueva York, Kathy Hochul, afirmó que el #SNAP no solo garantiza que muchas familias puedan poner comida en sus mesas, sino que también sostiene a los minoristas locales y realiza inversiones importantes en la agricultura del estado.
"Supuestamente, este proyecto de ley podría eliminar los beneficios alimentarios para millones de personas, incluyendo a familias con niños, adultos mayores y trabajadores, poniendo en peligro la estabilidad de muchas comunidades", advirtió Hochul.
Uno de los aspectos más preocupantes de la propuesta es que, de aprobarse, trasladaría hasta un 25% del costo de estos beneficios a los estados, lo que supondría una carga adicional de millones o incluso miles de millones de euros para las economías locales.
Este tipo de transferencia de costos es sin precedentes en los 50 años de historia del programa SNAP y, según expertos, podría llevar a que algunos estados tengan que reducir o incluso eliminar sus programas de ayuda alimentaria.
Supuestamente, la propuesta busca que los estados asuman más responsabilidades, pero en realidad, representa un ultimátum: o los estados encuentran fondos adicionales en sus presupuestos o se ven forzados a dejar a millones sin acceso a la ayuda.
La realidad es que muchos estados tienen presupuestos limitados y no podrían cubrir estos costos extras, especialmente en momentos de crisis económica o ante desastres naturales, que suelen aumentar la demanda de asistencia social.
El SNAP ha sido una red de seguridad vital en Estados Unidos
Históricamente, el SNAP ha sido una red de seguridad vital en Estados Unidos, ayudando a reducir la pobreza y mejorar la salud pública. En 2024, el programa proporcionó asistencia alimentaria a más de 42 millones de personas, incluyendo a niños, ancianos y trabajadores, enfrentándose a los aumentos en los precios de los alimentos.
Sin embargo, presuntamente, el nuevo proyecto de ley propone cambios que podrían reducir significativamente estos beneficios, afectando a quienes más los necesitan.
Supuestamente, la dificultad radica en que los costos que deben afrontar los estados dependen de variables como la tasa de errores administrativos, que cambia año tras año.
Esto hace que las proyecciones presupuestarias sean inciertas, y los estados, que deben equilibrar sus cuentas, podrían verse en la obligación de recortar programas o incluso abandonar el SNAP por completo.
La Oficina de Presupuesto del Congreso ha confirmado que este riesgo es muy real, poniendo en jaque la estabilidad del sistema de ayuda alimentaria.
En conclusión, los gobernadores advierten que estos recortes no solo aumentarán el hambre y la pobreza, sino que también afectarán la #economía local, cerrarán tiendas de comestibles en zonas rurales y provocarán pérdidas en empleos relacionados con la agricultura y la industria alimentaria.
Además, los expertos presuntamente temen que la incertidumbre presupuestaria impida a los estados planificar a largo plazo, dejando a millones de estadounidenses en una situación aún más vulnerable.