El coach Gustavo Cisneros, conocido por su trayectoria en el fútbol argentino, falleció a los 56 años tras una larga lucha contra el cáncer. Su legado y enseñanzas perdurarán en el tiempo.

Su partida ha causado un profundo pesar entre colegas, jugadores y aficionados.
El Club Fénix, donde Cisneros había estado trabajando como manager tras dejar su cargo como entrenador debido al avance de su enfermedad, expresó en un comunicado: "Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestro querido DT Gustavo Cisneros, un gran profesional y una excepcional persona.
Enviamos nuestras condolencias a su familia y amigos".
Cisneros fue un verdadero guerrero en el ámbito deportivo. Dirigió más de 600 partidos en distintas instituciones del #fútbol argentino, incluyendo equipos como Sacachispas, Excursionistas y Almirante Brown.
También tuvo experiencia internacional, dirigiendo clubes en Uruguay, Chile y Perú. Su trayectoria es recordada con cariño y respeto por todos quienes lo conocieron.
Su lucha contra el #cáncer se inició en 2021 mientras dirigía a Cultural Santa Rosa. Al notar síntomas inusuales, se sometió a exámenes médicos y recibió la impactante noticia de su diagnóstico: cáncer "agresivo" de próstata. A pesar del impacto inicial del diagnóstico, Cisneros mantuvo una actitud positiva y se entregó a su tratamiento, superando inicialmente la enfermedad tras un arduo proceso que incluyó quimioterapias y apoyo constante de su familia y del entorno del fútbol.
Cisneros anunció en sus redes sociales que el cáncer había regresado con más fuerza
Sin embargo, en febrero de 2024, cuando parecía haber superado la enfermedad, Cisneros anunció en sus redes sociales que el cáncer había regresado con más fuerza.
A pesar de estos obstáculos, nunca se rindió y continuó dirigiendo hasta que su salud se lo permitió. "Voy a seguir dirigiendo hasta que el cuerpo me dé. Es una decisión de vida", dijo en una ocasión, mostrando su enorme pasión por el fútbol y su compromiso con el club y su equipo.
Cisneros también se convirtió en un símbolo de esperanza y resiliencia donde utilizó su experiencia personal para concienciar a otros sobre la importancia de realizar chequeos médicos regulares.
A lo largo de su enfermedad, se dedicó a compartir su testimonio, buscando animar a otros a no subestimar su salud y a tomar decisiones informadas sobre su bienestar.
"Nunca fumé ni tomé alcohol, estoy dedicado al #deporte desde los ocho años, nadie está a salvo de esta enfermedad maldita".
El legado de #Gustavo Cisneros va más allá de sus logros deportivos. Su valentía y su espíritu de lucha permanecerán en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo y seguirán inspirando a nuevas generaciones en el mundo del fútbol.