Diversos países del Sudeste y Sur de Asia enfrentan una catástrofe por las intensas lluvias e inundaciones, con un balance de más de 1,000 muertos y numerosos desaparecidos. Los esfuerzos de rescate y ayuda humanitaria están en marcha en Indonesia, Sri Lanka y Tailandia, mientras las comunidades afectadas luchan por sobrevivir y reconstruir.
