
La NOAA de Estados Unidos anunció la interrupción en la distribución de datos clave provenientes de satélites meteorológicos, lo que podría afectar la precisión de las predicciones de huracanes, especialmente en Canadá y la costa este del continente. Expertos advierten sobre las posibles consecuencias para la seguridad y preparación ante fenómenos climáticos extremos.