
Científicos del Instituto Weizmann de Ciencia en Rehovot, Israel, lograron desarrollar un embrión con apariencia humana sin la necesidad de utilizar óvulos ni espermatozoides, lo que podría ayudar a prevenir los abortos espontáneos. Este avance consistió en persuadir a las células madre para que se autoorganicen en una estructura que se asemeja a un embrión de 14 días, momento en el cual las células comienzan a agruparse y se asemejan a un feto que puede implantarse en el útero.