
El Ayuntamiento de Bilbao, en colaboración con el Gobierno Vasco, ha declarado la ciudad como zona de mercado residencial tensionado, implementando un plan trienal para contener los precios del alquiler y ampliar la oferta de vivienda protegida. Más del 36% de la población vasca estará protegida frente a la escalada de precios en los próximos años.