
Las demoras para contactar con la Seguridad Social en EE.UU. aumentaron significativamente durante la presidencia de Donald Trump, alcanzando tiempos de espera de hasta 150 minutos, en comparación con una hora en la era de Biden. Los recortes de personal y las nuevas políticas han agravado los retrasos en la atención a los beneficiarios, afectando a millones de estadounidenses que dependen de estos servicios esenciales.