
La cadena de tiendas de disfraces y artículos de temporada, Spirit Halloween, está ocupando espacios que anteriormente pertenecían a minoristas en bancarrota en Estados Unidos, incluyendo a gigantes como Joann Fabrics. Esta tendencia refleja cómo los locales vacíos en centros comerciales están siendo reutilizados por empresas de temporada, en medio de un escenario de cierre masivo de tiendas tradicionales.