
El gobierno de Estados Unidos planea eliminar gradualmente los pagos en papel para beneficios como la Seguridad Social, una medida que preocupa a muchos jubilados que dependen de estos fondos para su subsistencia. La transición, prevista para antes del 30 de septiembre de 2025, busca modernizar los procesos y reducir costos, pero también genera incertidumbre sobre la seguridad y fiabilidad del sistema de pagos. Además, expertos y estudios recientes advierten que la brecha entre los ingresos y los gastos de los jubilados sigue siendo un desafío importante, impulsando la necesidad de estrategias complementarias para asegurar un retiro digno.