Los precios de las viviendas en Estados Unidos continúan su tendencia de crecimiento moderado, generando incertidumbre entre compradores y vendedores en un mercado considerado por algunos como 'de nadie'. La dinámica actual refleja una desaceleración en las subidas de precios, lo que podría afectar las decisiones de compra y venta en un escenario donde la asequibilidad sigue siendo un desafío para muchas familias.
