
Rite Aid, la emblemática cadena de farmacias estadounidense, ha cerrado todas sus tiendas tras presentar una segunda solicitud de bancarrota en menos de un año, dejando a millones de clientes sin sus servicios habituales. La compañía, fundada en 1962 en Scranton, Pennsylvania, supuestamente enfrentaba graves dificultades financieras que la llevaron a una desaparición definitiva en el mercado norteamericano.