
El reciente informe de empleo en Estados Unidos ha provocado preocupación en los mercados y en las autoridades, presuntamente debido a una caída inesperada en la creación de empleos y a revisiones a la baja en datos anteriores. Estas señales han alimentado especulaciones sobre una posible recesión en el país y han llevado al presidente a realizar movimientos en el equipo de estadísticas laborales, en medio de un contexto económico global cada vez más inestable.