
Una jornada marcada por incidentes graves convirtió un clásico de Copa Sudamericana en una jornada de violencia, con heridos, detenidos y un partido suspendido tras enfrentamientos en las tribunas del estadio de Independiente en Avellaneda.
Una jornada marcada por incidentes graves convirtió un clásico de Copa Sudamericana en una jornada de violencia, con heridos, detenidos y un partido suspendido tras enfrentamientos en las tribunas del estadio de Independiente en Avellaneda.