La selección noruega aseguró su lugar en la Copa del Mundo de 2026 tras un proceso clasificatorio sobresaliente, con un fuerte protagonismo del delantero Erling Braut Haaland y una generación de jóvenes talentos. La nación escandinava, con una historia marcada por éxitos en el fútbol femenino, cosechó su segunda participación en mundiales masculinos en su historia y dejó en claro su ascenso en Europa.
