La ciudad de València inicia un proyecto piloto con un robot de limpieza inteligente, en un paso hacia la innovación urbana y la sostenibilidad, tras la implementación de su normativa Sandbox Urbano.

València ha dado un paso importante hacia la modernización de sus servicios públicos y la promoción de la innovación tecnológica en la gestión urbana.

Enmarcado dentro de su innovador modelo Sandbox Urbano, la ciudad ha puesto en marcha la prueba piloto de un robot de limpieza autónomo e inteligente llamado UmiClean.

Este dispositivo, que ya funciona en ciertas áreas peatonales, representa un avance significativo en la utilización de tecnologías de vanguardia para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y hacer más eficientes los recursos municipales.

La alcaldesa de València, María José Catalá, fue la encargada de presenciar el inicio de esta prueba, acompañada por la concejala de Innovación, Paula Llobet, y representantes de la empresa responsable del desarrollo del robot.

La prueba se realiza en la plaza de la Reina y en las inmediaciones del Mercado Central, espacios peatonales de gran afluencia y donde la limpieza es fundamental para mantener la salud y la estética urbana.

Este robot, que puede cubrir hasta 4.000 metros cuadrados en una hora y desplazarse a velocidades de hasta 5 km/h, combina funciones de aspirado, baldeo y limpieza, y utiliza inteligencia artificial mediante cámaras y sensores para navegar y detectar suciedad.

Además, puede recibir instrucciones en tiempo real a través de una plataforma digital, permitiendo a los operarios y vecinos reportar incidencias o solicitar tareas específicas.

El proyecto piloto forma parte de la estrategia de València para transformar su espacio urbano en un entorno donde las soluciones innovadoras se prueben y se integren en la vida cotidiana.

La alcaldesa destacó que la iniciativa busca convertir a la ciudad en un referente en innovación y sostenibilidad, promoviendo un modelo de colaboración público-privada que facilita la experimentación en un entorno real.

El uso de robots en la limpieza urbana no es una tendencia exclusiva de València. En países como Japón, Singapur y Corea del Sur, las ciudades ya emplean tecnologías similares desde hace años para mantener la higiene pública de manera eficiente y ecológica.

La tendencia global se orienta hacia la automatización y el uso de la inteligencia artificial para optimizar servicios urbanos, reducir costes y disminuir la huella ambiental.

València ya ha experimentado con otros proyectos tecnológicos en el pasado, como el UmiBeach, un vehículo oruga para limpiar arena en playas, también desarrollado por la misma empresa que fabrica UmiClean.

La ciudad ha tenido una actitud proactiva en la implementación de soluciones innovadoras, impulsando su normativa Sandbox Urbano que, desde su entrada en vigor en septiembre del año pasado, ha autorizado 11 proyectos y evaluado 14 propuestas en total.

El Sandbox Urbano de València funciona como un espacio de experimentación donde empresas, startups, universidades y la administración colaboran para probar nuevos productos y servicios en un entorno real.

Esto facilita la validación de ideas, la innovación abierta y el impulso del desarrollo económico y social. Según la alcaldesa, este modelo permite aprovechar al máximo los recursos urbanos de la ciudad para convertirlas en un laboratorio vivo de innovación.

Durante estos ocho meses de funcionamiento, el Sandbox ha permitido la prueba de diversos proyectos, desde robots autónomos para limpieza y logística urbana hasta sistemas de control hídrico y reconocimiento de patrimonio mediante inteligencia artificial.

La iniciativa ha sido tan exitosa que otras ciudades españolas como Madrid, Barcelona y Zaragoza han comenzado a seguir sus pasos.

Este enfoque no solo promueve la innovación tecnológica sino que también ayuda a atraer inversiones y talento, fomentando la retención de empresas tecnológicas en la región.

Además, mejora la eficiencia en la gestión pública y la calidad de los servicios municipales, contribuyendo a un desarrollo urbano más sostenible y participativo.

En definitiva, València continúa consolidándose como una ciudad pionera en la implementación de soluciones inteligentes y sostenibles, demostrando que las ideas innovadoras, acompañadas de recursos y colaboración, pueden transformar el espacio público en un entorno más saludable, eficiente y atractivo para todos sus habitantes.