El nuevo carril bici de la avenida del Cid en Valencia facilita la movilidad y conecta barrios con municipios cercanos.
El 11 de noviembre de 2024, la ciudad de Valencia anunció la culminación de un importante proyecto para mejorar la movilidad en la zona. El nuevo carril bici de la avenida del Cid está plenamente operativo, abarcando una extensión de 1.100 metros que conecta los barrios de la Luz y la Fontsanta con las áreas del oeste de la ciudad, incluyendo Nou Moles, Tres Forques y Patraix. Además, la infraestructura se vincula a municipios circundantes como Xirivella, Alaquàs y Aldaia, proporcionando una opción de transporte sostenible que responde adecuadamente a las necesidades de accesibilidad y seguridad.
Este carril bici, que ha sido diseñado como un nuev eje ciclista bidireccional y segregado, se ubica en la vía de servicio sur de la avenida del Cid.
La obra se ha realizado sin comprometer la movilidad de los peatones y ha respetado en la medida de lo posible las zonas ajardinadas que embellecen la avenida.
Para facilitar la implementación del carril, se ha modificado el sistema de estacionamiento: las plazas en batería han sido transformadas a un sistema de cordón, y espacios de aparcamiento que desaparecieron se han recolocado en calles adyacentes.
Como parte de esta reubicación, se han ganado 11 plazas de aparcamiento en la calle José Mª Bayarri y 8 plazas en las avenidas Marconi y Antonio Machado, mejorando así la disponibilidad de estacionamiento en la cercanía del nuevo carril bici.
Esta nueva infraestructura no solo beneficia a los residentes locales, sino que también es un esfuerzo por promover la utilización de la bicicleta como medio de transporte eficiente y ecológico, lo cual es crucial en un momento en que muchas ciudades están buscando soluciones a los problemas de congestión y contaminación.
El proyecto fue adjudicado a la empresa Pavasal con un presupuesto total de 507,356.63 euros (aproximadamente 564,000 dólares). Este coste fue parcialmente financiado por los fondos europeos Next Generation, que aportaron un 45% del costo inicial del proyecto antes de impuestos.
Esta inversión refleja un compromiso con políticas de movilidad que buscan fomentar el uso de bicicletas y otros modos de transporte sostenibles, muy alineadas con las metas de desarrollo sostenible de la Unión Europea.
Históricamente, Valencia ha promovido una serie de iniciativas para mejorar la calidad del aire y reducir la dependencia de los vehículos a motor. Desde la creación del anillo ciclista hasta la implementación de zonas de bajas emisiones, la ciudad se ha destacado por ser un ejemplo a seguir en materia de transporte sostenible.
La inauguración de este carril bici es un paso más en esta dirección, mejorando no solamente la infraestructura, sino también la calidad de vida de sus habitantes al fomentar desplazamientos más saludables y responsables con el medio ambiente.