Las familias podrán disfrutar durante el fin de semana de una ruta teatralizada en València que rememora la importancia histórica de la seda en la ciudad, con actividades para niños y niñas y obsequios relacionados con la tradición. Una oportunidad para conocer el legado cultural y económico que convirtió a València en un referente en la Ruta de la Seda.

València se prepara para celebrar el Día Internacional de las Familias, que se conmemora cada 15 de mayo, con una propuesta cultural que busca acercar a los más pequeños a la historia y el legado de la seda en la ciudad.

La iniciativa, organizada por el Ayuntamiento a través del servicio de Turismo, consiste en una ruta teatralizada que recorrerá los enclaves más emblemáticos relacionados con esta industria que tanto influyó en el desarrollo económico y cultural de València.

La celebración se llevará a cabo durante el fin de semana, específicamente los días 17 y 18 de mayo, con dos sesiones diarias a las 11:00 y a las 17:00 horas, con el objetivo de facilitar la participación del público infantil.

La elección del tema, la Ruta de la Seda, no es casualidad, ya que durante siglos fue un motor económico que atrajo riqueza, visitantes e impulso cultural a la ciudad.

La seda valenciana fue uno de los productos más valorados en el comercio internacional, y su importancia se refleja en la arquitectura y los monumentos que aún hoy adornan el casco histórico de la ciudad, como la famosa Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La historia de la seda en València se remonta a la Edad Media, cuando la ciudad se convirtió en uno de los principales centros de producción y comercio de este textil en la península ibérica.

La tradición de criar gusanos de seda y tejer telas finas se consolidó en la región, acompañada de una floreciente cultura que dejó un rico legado en la arquitectura, el arte y las costumbres locales.

Durante la ruta, los participantes visitarán lugares de gran valor histórico, incluyendo la Lonja de la Seda, el Ayuntamiento y el Museo de la Seda. En cada uno de estos puntos, dos actrices darán vida a la historia a través de cuentos, leyendas y dinámicas participativas dirigidas a niños y niñas, fomentando así el aprendizaje lúdico y la interacción familiar.

Además, al finalizar la actividad, se entregará a cada participante un ejemplar del juego “Cuquet y la ruta de la seda”, una herramienta educativa que complementa el recorrido y que invita a las familias a seguir explorando la historia de este importante sector en Valencia.

La iniciativa busca, además de promover el turismo familiar, rescatar y poner en valor el patrimonio cultural ligado a la seda, que fue fundamental para la configuración del paisaje urbano y agrícola valenciano.

La concejala de Turismo, Paula Llobet, destacó que “una vez más, el Ayuntamiento quiere implicar a las familias en las actividades que desarrollamos, promoviendo el conocimiento y la memoria histórica de nuestra ciudad, en esta ocasión a través de la historia de la seda, que fue uno de los pilares del crecimiento económico de València y que aún hoy nos enorgullece”.

Para participar en estas visitas gratuitas, es necesario inscribirse previamente enviando un correo a inscripcionturismo@valencia.es, indicando la fecha y hora deseadas, además de los datos personales y un contacto telefónico. La capacidad máxima por inscripción es de cuatro personas, y las confirmaciones se enviarán por correo electrónico. Esta iniciativa no solo busca ofrecer una experiencia educativa y divertida para las familias, sino también reforzar la identidad cultural de València, vinculando su pasado con el presente y promoviendo el turismo sostenible y familiar en la ciudad.

La historia de la seda en Valencia, que se remonta a siglos atrás, sigue siendo un símbolo del ingenio y la tradición que caracterizan a la ciudad, que durante las Fallas y otras festividades mantiene viva su memoria y su legado cultural.

La ruta teatralizada es una excelente oportunidad para que las futuras generaciones conozcan de cerca esta historia, mientras disfrutan de una actividad participativa en un entorno histórico y lleno de encanto.