La Policía Local de València ha cerrado un importante acuerdo con los sindicatos SPPLB y CSIF que permitirá aumentar el número de efectivos durante los fines de semana.

Este pacto, que tuvo lugar tras largas negociaciones y que estaba pendiente desde 2019, se enmarca dentro de un esfuerzo por adaptar la plantilla policial a las nuevas necesidades de la ciudad.

El concejal de Policía Local y Movilidad, Jesús Carbonell, comentó que la capital del Turia ha evolucionado considerablemente en los últimos años, transformándose de una ciudad con escaso turismo a un punto de atracción de visitantes, especialmente durante los fines de semana.

Este cambio ha generado una mayor demanda de presencia policial en espacios públicos, especialmente en contextos de celebraciones y eventos populares.

El acuerdo no solo busca aumentar la presencia policial, sino también mejorar la gestión de operativos especiales.

Se establecerá como un requisito que los nuevos agentes realicen estos operativos, lo que facilitará su implementación y ejecución.

Con el aumento de la afluencia de personas en la ciudad, especialmente estudiantes de toda Europa, la necesidad de un control más riguroso se ha vuelto evidente.

El Protocolo de Horarios de la Policía Local, que había estado en vigor desde 2017, había expirado en 2019 y se había prorrogado sin adaptarse a las nuevas realidades.

Este nuevo acuerdo permitirá una mejor distribución de los efectivos y un régimen de descansos más adecuado, lo que a su vez facilitará un aumento de la presencia policial durante los fines de semana.

La Unidad de Prevención, Intervención y Convivencia (UPIC) y la Unidad de Medio Ambiente (UMA) son dos de las unidades que se beneficiarán de esta reestructuración, asegurando una respuesta más efectiva a las necesidades de seguridad en áreas de alta afluencia.

Además, se ha reconocido que la participación de los agentes en operativos especiales será voluntaria, aunque se introducirá un cambio significativo en el proceso de asignación: la decisión de participar se tomará cada dos años en lugar de anualmente.

Esto pretende hacer más atractivo el servicio, al tiempo que se garantiza una mayor estabilidad en la plantilla.

Uno de los puntos más destacados del acuerdo es que los pagos por los operativos se integrarán en la nómina mensual de los policías.

Anteriormente, los agentes enfrentaban retrasos de hasta dos años para recibir esta compensación, un problema que ahora se abordará con la nueva normativa.

Este acuerdo no solo es un reflejo de la necesidad de una mayor seguridad durante los fines de semana, sino que también se alinea con otras iniciativas que han surgido en ciudades europeas que han enfrentado retos similares.

Por ejemplo, muchas ciudades han implementado medidas para controlar el turismo y los eventos masivos, buscando un equilibrio entre la convivencia y la seguridad.

En resumen, este acuerdo marca un hito en la gestión policial de València, adaptándose a las exigencias de una ciudad en constante crecimiento y cambio.

Con el aumento de eventos como Halloween, San Juan y carreras populares, la presencia policial se vuelve crucial para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y visitantes.