Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, València implementa transporte gratuito en sus vías urbanas, promoviendo alternativas sostenibles y accesibles para todos los ciudadanos.

En el marco de la Semana Europea de la Movilidad, que se ha desarrollado desde el pasado 16 de septiembre, la ciudad de València ha decidido dar un paso más en su compromiso con la movilidad sostenible y la inclusión social.

Este lunes, 22 de septiembre, el acceso al transporte público urbano será completamente gratuito, en una iniciativa que busca incentivar a los ciudadanos a abandonar el uso del vehículo privado y apostar por alternativas más ecológicas y accesibles.

La medida, que cuenta con la colaboración de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), la Policía Local y organizaciones como València Innovation Capital y Valenbici, forma parte de un programa que tiene como objetivo promover el uso del autobús, la bicicleta y los desplazamientos a pie.

El concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Jesús Carbonell, explicó que esta iniciativa busca “fomentar una movilidad más inclusiva y sostenible, ofreciendo a toda la ciudadanía la oportunidad de experimentar un transporte más limpio y accesible”.

Supuestamente, esta acción se enmarca dentro de una estrategia histórica para reducir las emisiones de gases contaminantes en la ciudad, que en los últimos años ha invertido millones de euros en la mejora de su infraestructura urbana.

La historia de València en materia de movilidad es larga y compleja, habiendo sido pionera en la implementación de sistemas de transporte ecológicos y en la promoción de políticas que buscan descongestionar el centro urbano.

El programa de la Semana Europea ha incluido diversas actividades, como talleres, rutas guiadas y concursos en redes sociales, con el objetivo de concienciar a la población sobre los beneficios de alternativas a los vehículos privados.

Además, en esta edición 2025, se ha destacado la presencia de la EMT en centros de educación especial para mostrar las mejoras tecnológicas y de accesibilidad en los servicios de transporte, supuestamente diseñadas para facilitar la movilidad de todas las personas, independientemente de sus capacidades.

Otra de las novedades fue la celebración en los Jardines de Viveros de la Gran Fiesta de la Movilidad, un evento que reunió a familias, estudiantes y expertos en movilidad urbana.

La jornada incluyó actividades lúdicas y educativas, además de la participación en el concurso ‘Muévete sin coche’, que pretendía promover el uso del transporte público entre los jóvenes, quienes representan el futuro de las políticas urbanas.

Supuestamente, estas acciones se inscriben en una tendencia global que busca transformar las ciudades en espacios más sostenibles y saludables, inspiradas en experiencias exitosas en otras ciudades europeas como Copenhague, Ámsterdam y Estocolmo.

La historia de estas urbes demuestra que, con inversión y compromiso político, es posible reducir drásticamente el uso del coche privado y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El programa de la semana también incluyó el encuentro ‘Ciudades en movimiento’, donde expertos internacionales compartieron sus conocimientos sobre movilidad urbana, y representantes de distintas administraciones públicas y empresas discutieron el futuro de las ciudades sostenibles.

En este contexto, València continúa avanzando en su hoja de ruta hacia una movilidad más inclusiva, sostenible y participativa, demostrando que los cambios en la infraestructura y las políticas pueden lograrse con la colaboración de todos los actores sociales.

En definitiva, esta iniciativa no solo busca reducir las emisiones y descongestionar las calles, sino también promover una cultura de movilidad que beneficie a todos los ciudadanos, especialmente a aquellos con dificultades de desplazamiento.

La experiencia de València en este campo es un ejemplo de cómo las acciones concretas, combinadas con campañas de sensibilización, pueden transformar la ciudad en un espacio más amigable y saludable para vivir.