La Gobernadora Hochul denuncia los severos recortes en Medicaid propuestos por los republicanos y su impacto en hospitales, comunidades rurales y migrantes en Nueva York, mientras busca proteger los derechos y el acceso a la salud de sus habitantes.

En una reciente intervención en el programa “Morning Joe” de MSNBC, la Gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, expresó su profunda preocupación por los recortes presupuestarios en salud propuestos por el Partido Republicano a nivel federal.

Estos recortes, que equivaldrían a aproximadamente 17 mil millones de euros, amenazan con dejar sin cobertura a cerca de 2,2 millones de habitantes del estado y poner en jaque la estabilidad de hospitales y clínicas en toda la región.

Hochul afirmó que la propuesta de los republicanos, a la que se refirió como un “gran proyecto dañino”, tendría consecuencias devastadoras para los pacientes y los proveedores de servicios de salud.

La gobernadora destacó que, en caso de implementarse, muchos hospitales rurales y de comunidades marginadas cerrarían sus puertas, afectando principalmente a las poblaciones más vulnerables.

Por ejemplo, en la región de Upstate, donde la agricultura y la ganadería son pilares económicos, las instituciones médicas ya enfrentan dificultades por la disminución de fondos, lo que podría traducirse en una crisis sanitaria para las comunidades que dependen en gran medida de estos centros.

Hochul también abordó la problemática de la migración y los derechos civiles, denunciando las acciones de las autoridades federales que, en su opinión, vulneran derechos fundamentales.

Relató casos de deportaciones arbitrarias y detenciones de inmigrantes en zonas rurales, como en Sackets Harbor, en el norte del estado, donde una familia inmigrante sufrió la separación de sus miembros en operativos que ella calificó de “inhumanos”.

La gobernadora enfatizó que estos hechos no solo afectan a las familias, sino que también impactan en la economía local, pues muchas de estas familias trabajan en comercios, en la agricultura y en el sector de la salud.

La situación, según Hochul, refleja un rechazo a la diversidad y a los valores que históricamente han caracterizado a Nueva York. La gobernadora recordó que muchos de los empleados en hospitales y en servicios esenciales son inmigrantes y que la reducción de fondos en Medicaid afectará directamente a estos trabajadores y a quienes dependen de su atención, como los ancianos y los niños.

Además, Hochul criticó la postura de algunos legisladores republicanos en el estado, como Elise Stefanik, por no votar a favor de medidas que protejan el sistema de salud pública.

La gobernadora hizo un llamado a sus colegas en el Partido Republicano a actuar con responsabilidad y a defender los intereses de sus comunidades, en lugar de ceder ante intereses económicos que buscan recortar derechos y servicios básicos.

Por otro lado, Hochul también mencionó su relación con el gobierno federal y el presidente Joe Biden, con quien ha buscado mantener un diálogo constructivo.

Reconoció los avances en proyectos como la ampliación del metro y la implementación de parques eólicos en Brooklyn, que aportarán energía renovable a unos 800,000 hogares.

Sin embargo, también criticó la interferencia en asuntos que considera locales, como la implementación de tarifas de congestión en Nueva York, las cuales, según ella, deben ser decisiones que tomen las autoridades locales.

La gobernadora expresó que la clave para enfrentar estos desafíos radica en la unidad y en la defensa de los derechos de los ciudadanos. Señaló que, a pesar de las diferencias políticas, es fundamental proteger la accesibilidad a la salud y garantizar una vida digna para todos. En ese sentido, hizo un llamado a la ciudadanía y a los legisladores para que estén atentos y actúen en defensa del sistema público de salud, que en su opinión, está siendo amenazado por intereses particulares y recortes presupuestarios que beneficiarían solo a unos pocos.

Finalmente, Hochul reafirmó su compromiso de seguir luchando por una Nueva York inclusiva y solidaria, donde la diversidad sea vista como una fortaleza y no como un obstáculo.

Aseguró que continuará trabajando con el gobierno federal y las comunidades locales para mantener los servicios esenciales y proteger a los más vulnerables, en un momento en el que las decisiones políticas pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte para millones de neoyorquinos.