El gobernador Hochul aprueba una legislación que concede un préstamo de emergencia a Dunkirk, en un esfuerzo por prevenir un default que podría tener repercusiones en todo el estado.
El gobernador Kathy Hochul firmó recientemente una ley que autoriza un préstamo de emergencia desde el Estado de Nueva York hacia la ciudad de Dunkirk, una localidad que atraviesa una grave crisis fiscal.
Presuntamente, los problemas financieros de Dunkirk han sido causados por años de déficits estructurales que se han acumulado con el tiempo, y ahora enfrentan una fecha límite para pagar una nota de anticipación de ingresos por valor de aproximadamente 11,8 millones de euros (equivalente a 12,7 millones de dólares).
Esta legislación busca evitar que la ciudad caiga en una situación aún más complicada, como la creación de un consejo de control financiero, una medida que podría tener efectos devastadores en la administración local.
Supuestamente, Dunkirk ha estado luchando para mantener sus finanzas en orden desde hace varias décadas. La ciudad, ubicada en el condado de Chautauqua, en el oeste del estado, ha sido históricamente un centro importante para la industria pesquera y la manufactura.
Sin embargo, en las últimas décadas, el declive de estos sectores ha provocado una disminución en los ingresos municipales, sumado a gastos crecientes en servicios públicos y mantenimiento de infraestructura.
La situación se agravó con la imposibilidad de pagar a tiempo la nota de anticipación, que vencía en julio de 2025.
La legislación, identificada como S.8413/A.8870, conocida como “La Ley de Refinanciamiento de Notas de Anticipación de Ingresos de la Ciudad de Dunkirk”, permite que la ciudad utilice fondos estatales para saldar esta deuda, que asciende a aproximadamente 10,5 millones de euros.
La ley establece un plazo de amortización de 15 años y una tasa de interés del 7,5 %, con pagos que deberán realizarse con los ingresos municipales, incluyendo posibles compensaciones con ayudas estatales.
Presuntamente, esto facilitará a Dunkirk estabilizar su situación financiera y seguir brindando servicios básicos a sus habitantes.
Además, la ley exige que la ciudad demuestre esfuerzos de buena fe para obtener fondos de manera independiente y establece mecanismos de supervisión estatal para garantizar prácticas fiscales responsables mientras el préstamo esté vigente.
La legislación también obliga a Dunkirk a presentar anualmente una declaración de su incapacidad para refinanciar la deuda mediante bonos o notas deficitarias, y la ciudad quedará sujeta a un marco de supervisión establecido bajo la Ley de Recuperación Fiscal de Dunkirk de 2024.
Supuestamente, esta intervención del estado no solo busca salvar a Dunkirk de una possible bancarrota, sino también proteger la integridad financiera de otras comunidades del estado.
La alcaldesa Kate Wdowiasz expresó su agradecimiento al gobernador Hochul, señalando que esta ayuda es un paso crucial para estabilizar las finanzas de la ciudad, que ha sufrido décadas de mala gestión.
La alcaldesa afirmó que, con el apoyo estatal, Dunkirk podrá empezar un proceso de recuperación financiera, mantener servicios esenciales y sentar las bases para un futuro más sostenible.
Por su parte, el asambleísta J. Gary Pretlow aseguró que esta ley es una medida prudente y necesaria para evitar un colapso fiscal en Dunkirk, y que demuestra el compromiso del estado con la gestión responsable y la salud financiera de sus municipios.
En la historia de Nueva York, ha habido otras ocasiones en las que el estado ha intervenido para evitar quiebras municipales, como en el caso de la ciudad de Yonkers en los años 80, cuando se implementaron medidas similares para estabilizar sus finanzas.
Este tipo de apoyos económicos, aunque supuestamente necesarios en estos momentos, también generan debates sobre la sostenibilidad de las finanzas municipales y la responsabilidad en la gestión de los recursos públicos.
La ley aprobada en Albany refleja una estrategia que, si bien puede ser vista como una solución a corto plazo, busca también sentar un precedente para futuras intervenciones que aseguren la estabilidad de las comunidades en crisis.
La ayuda del estado, valorada en unos 9,8 millones de euros, representa un esfuerzo conjunto para proteger a Dunkirk y, en sentido más amplio, fortalecer la recuperación económica y fiscal de toda la región oeste de Nueva York.