La gobernadora Hochul analiza cómo las decisiones del gobierno federal y las tarifas comerciales están afectando a Nueva York, desde la economía hasta los servicios sociales y la inmigración.
En una entrevista reciente, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, abordó los principales desafíos que enfrenta el estado debido a las políticas federales y las decisiones comerciales a nivel nacional.
La mandataria expresó que las reducciones en fondos federales, impulsadas por la administración Trump, están teniendo un impacto profundo en la economía estatal, afectando desde la atención médica hasta los servicios sociales básicos.
Históricamente, Nueva York ha sido un estado que depende en gran medida de fondos federales para sostener programas esenciales. La reducción prevista en el presupuesto estatal, que en euros equivaldría a aproximadamente 229 mil millones, se traducirá en una disminución de recursos para servicios como Medicaid, educación y programas de asistencia social.
Según Hochul, esto podría significar que muchas instituciones de salud y hospitales en barrios vulnerables, como el Bronx y Brooklyn, enfrentan un riesgo real de cierre o recortes en sus servicios.
La pérdida de fondos federales, que en el pasado ayudaron a levantar a generaciones de familias en pobreza, puede revertir años de avances en la protección social.
Además, la gobernadora destacó cómo las políticas comerciales, específicamente las tarifas impuestas por la administración Trump, están generando incrementos en los precios y una escasez de productos básicos.
Un ejemplo claro es el impacto en los agricultores del norte del estado, quienes están enfrentando costos de producción más altos debido a los aranceles, lo que se traduce en productos más caros en las tiendas.
La reducción en el flujo de turistas internacionales, en particular los canadienses y europeos, también ha contribuido a una disminución en las ventas, afectando la economía local y los ingresos por impuestos.
Desde una perspectiva histórica, las tarifas han sido una herramienta de política económica con altibajos. En los años 30, por ejemplo, las políticas proteccionistas jugaron un papel clave en la Gran Depresión. Hoy, en un contexto diferente, la imposición de tarifas busca proteger industrias nacionales, pero a costa de encarecer productos y disminuir la competitividad.
La gobernadora Hochul mencionó que, si bien algunos aranceles podrían aumentar los ingresos del país, no necesariamente se traducirán en beneficios para Nueva York, especialmente si no se recupera la producción local.
El impacto en las finanzas del estado también es preocupante. La reducción en los fondos federales afectará directamente el presupuesto de 254 mil millones de dólares, que destina recursos a programas sociales y de salud.
La disminución prevista en fondos para Medicaid, que en euros equivale a unos 11 mil millones, podría poner en peligro la atención a millones de residentes, en su mayoría niños, ancianos y personas con discapacidades.
La situación genera un efecto dominó, poniendo en riesgo hospitales y centros de atención que dependen de estos recursos para ofrecer servicios esenciales.
En cuanto a la inmigración, Hochul criticó duramente las acciones de la Administración Trump, que recientemente eliminó fondos para servicios clave como el Estudio de Servicios de Inmigración y Seguridad (DPS, por sus siglas en inglés).
La política de inmigración actual, que incluye redadas y detenciones masivas, ha generado un clima de miedo en las comunidades inmigrantes, muchas de las cuales contribuyen activamente a la economía y cultura de Nueva York.
La gobernadora afirmó que las acciones de ICE están separando familias inocentes y que la política federal debe centrarse en deportar solo a los criminales peligrosos, no a quienes buscan construir una vida legal y productiva.
Desde una visión histórica, la relación entre el gobierno federal y el estado ha sido compleja. A lo largo de los años, los estados han tenido que luchar por recursos y por defender sus intereses frente a decisiones nacionales que muchas veces parecen priorizar intereses económicos de unos pocos.
La gobernadora Hochul señaló que, aunque ha habido cierta cooperación, la tensión persiste, especialmente en temas relacionados con la protección social y la inmigración.
Finalmente, Hochul hizo referencia a su relación con la administración Trump en temas de infraestructura, destacando avances como la renovación de la estación Penn, que busca modernizar uno de los íconos de la ciudad y que requiere inversiones de miles de millones de dólares.
La gobernadora dejó en claro que su prioridad es siempre poner a los neoyorquinos en primer lugar, y que continuará trabajando para proteger los intereses de su comunidad, incluso cuando eso signifique enfrentarse a las políticas federales que consideran perjudiciales.
La situación sigue siendo dinámica, pero el compromiso de la gobernadora con su estado y su gente es firme, buscando siempre el bienestar y la justicia social en medio de un panorama político y económico desafiante.