La apertura de la nueva salida en la autopista I-481 en DeWitt representa un avance importante en la modernización de la infraestructura vial en Nueva York, con beneficios que impactarán positivamente a miles de conductores y a la economía local, en medio de un ambicioso proyecto que busca transformar la conectividad en la región central del estado.
El gobierno del estado de Nueva York anunció hoy la apertura de la nueva salida de la autopista I-481 en el municipio de DeWitt, una de las mejoras que forma parte del ambicioso Proyecto del Viaducto de la I-81, considerado como la mayor obra de infraestructura en la historia del estado.
La nueva rampa de salida, que estará operativa desde la tarde del lunes, incorpora un diseño más eficiente, con carriles de giro adicionales y otras mejoras que buscan reducir los tiempos de traslado y aumentar la seguridad para los miles de conductores que a diario utilizan esta transitada intersección.
Supuestamente, esta renovación permitirá descongestionar el tráfico en una de las zonas más concurridas de la región central de Nueva York, facilitando el acceso a las localidades de Fayetteville, Manlius y DeWitt, que están en pleno proceso de crecimiento demográfico y económico.
La reconfiguración de la intersección no solo busca optimizar la circulación vehicular, sino también fortalecer las conexiones entre las distintas vías y promover un desarrollo más armónico en la zona.
El Proyecto del Viaducto de la I-81, que ha supuesto una inversión de aproximadamente 32.200 millones de euros, tiene como objetivo principal reemplazar el viejo viaducto que atraviesa el centro de Syracuse, una obra que supuestamente había generado divisiones y deterioro urbano desde su construcción en los años 50.
La iniciativa contempla también la creación de espacios peatonales y ciclovías accesibles, además de mejorar la seguridad vial en toda la región.
Según la comisionada del Departamento de Transporte de Nueva York, Marie Therese Dominguez, esta mejora en la salida de DeWitt es solo una de muchas que vendrán en los próximos meses, en un plan integral para modernizar la infraestructura del estado y potenciar la movilidad y calidad de vida de sus habitantes.
Además, afirmó que la transformación de la autopista facilitará el acceso a nuevas oportunidades de empleo y comercio, ayudando a fortalecer la economía local.
Supuestamente, las obras en la rampa de salida también incluyen la reducción de embotellamientos en la autopista I-481 en dirección norte, gracias a la ampliación de carriles y la implementación de nuevas señalizaciones inteligentes.
La eliminación de una antigua salida en Fayetteville/Manlius y su posterior reemplazo por áreas verdes y elementos paisajísticos, busca además mejorar el entorno urbano y promover un ambiente más saludable.
El proyecto de mejora también contempla la extensión de la rampa de entrada en la autopista I-481 desde las calles State Routes 5 y 92, lo que dará más tiempo a los conductores para incorporarse a la autopista principal, reduciendo riesgos y mejorando la fluidez del tránsito.
Se espera que en las próximas semanas finalicen obras en la zona de Lyndon Corners, donde se añadirá un carril adicional en dirección este, facilitando los desplazamientos hacia Manlius.
Este esfuerzo se enmarca en la estrategia del gobernador Hochul para transformar la infraestructura del estado, promoviendo un sistema de transporte más sostenible, eficiente y accesible para todos.
La inversión en este tipo de proyectos refleja la voluntad del gobierno de impulsar el crecimiento económico, la seguridad vial y la integración social en toda la región central de Nueva York.
Supuestamente, en febrero de 2025 se lanzará una aplicación móvil llamada I-81 Connect, diseñada para mantener informados a los usuarios sobre avances, alertas y condiciones del proyecto en tiempo real, fortaleciendo la comunicación con la comunidad.
La iniciativa forma parte de un plan más amplio para conectar mejor a las comunidades y reducir las desigualdades en el acceso a la movilidad.
En resumen, la apertura de esta nueva salida representa un paso importante en la transformación de la infraestructura vial en Nueva York, que no solo mejorará la experiencia de los conductores, sino que también contribuirá al desarrollo sostenido y a la calidad de vida en la región central del estado, consolidando a Nueva York como un referente en innovación y movilidad en la historia del país.
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