La finalización del proyecto de mejora en Hunts Point en el Bronx trae consigo calles más seguras, menos contaminación y nuevas oportunidades para la comunidad, con una inversión que supera los 1,6 mil millones de euros.
La gobernadora Kathy Hochul anunció recientemente la culminación de la tercera y última etapa de un ambicioso proyecto de mejora en Hunts Point, valorado en aproximadamente 1.600 millones de euros. Esta iniciativa representa un avance significativo en la transformación del sur del Bronx, fortaleciendo las comunidades locales, mejorando la movilidad y creando nuevas áreas recreativas y espacios verdes accesibles para todos.
Supervisado por el Departamento de Transporte del Estado de Nueva York, este proyecto de seis años de duración ha tenido como objetivo principal optimizar el acceso al Mercado de Hunts Point, que es considerado el centro de distribución de alimentos más grande del país y un pilar fundamental en la cadena alimentaria de la ciudad de Nueva York.
Se calcula que este mercado suministra más del 60 % de la carne, pescado y productos agrícolas de la ciudad, además de generar más de 1.800 millones de euros en actividad económica anual, según datos presuntamente oficiales.
El proyecto, que se llevó a cabo en tres fases simultáneas, supuestamente logró reducir significativamente la congestión vehicular en la zona, desviando miles de camiones comerciales que antes transitaban por las calles residenciales del vecindario.
Esto no solo mejoró la seguridad y la calidad del aire, sino que también alivió la carga de tráfico y el impacto ambiental en la comunidad.
La primera fase, finalizada en octubre de 2022, se centró en construir nuevas rampas de acceso desde la autopista Bruckner y el bulevar Sheridan hacia Edgewater Road.
Estas mejoras permitieron desviar el tráfico pesado de las calles internas, además de repavimentar y actualizar la señalización en varias avenidas cercanas, como Seneca y Garrison.
También se renovaron puentes ferroviarios y se reconstruyó un puente peatonal estratégico, además de renovar parques como Garrison, creando nuevos senderos y espacios abiertos que conectan con el río Bronx y el Parque Concrete Plant.
En la segunda fase, finalizada en verano de 2023, se reconstruyeron 2 kilómetros de la Autopista Bruckner, creando nuevas rampas y mejorando las conexiones con la Avenida Leggett.
Se rehabilitaron quince intersecciones y se añadieron senderos peatonales y ciclovías que unen la zona con la Isla Randall, Manhattan y el Corredor Verde del Río Bronx, promoviendo así un transporte más sostenible.
La tercera fase, que empezó a finales de 2022, se enfocó en eliminar los cuellos de botella en las conexiones principales y preparar el corredor para el futuro.
Se reconstruyó por completo el intercambio entre la autopista Bruckner y el bulevar Sheridan, reubicando rampas para facilitar la circulación en ambos sentidos.
También se instaló señalización moderna, nuevas aceras, pavimento y ciclovías, además de mejorar la iluminación peatonal y la seguridad en los cruces.
Supuestamente, se construyó un nuevo estacionamiento con 111 plazas y 24 estaciones de carga para vehículos eléctricos, incluyendo cuatro puntos de carga rápida, debajo de la autopista Bruckner, en una iniciativa que busca reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire en el área.
Este proyecto se suma a una serie de inversiones previas en la zona, como la transformación de la antigua Sheridan Expressway en un bulevar que conecta mejor los barrios y elimina el aislamiento de áreas como Crotona, West Farms y Soundview.
La inversión total en estos proyectos supera los 1.500 millones de euros, y todos ellos apuntan a crear un Bronx más conectado, limpio y seguro.
El impacto social y ambiental de estas obras ha sido destacado por diversas autoridades. La comisionada del Departamento de Transporte, Marie Therese Dominguez, afirmó que estas inversiones históricas permiten un desplazamiento más eficiente, mejoran la seguridad y apoyan la salud pública.
Asimismo, el senador Luis Sepúlveda afirmó que esta inversión representa un paso decisivo hacia la justicia ambiental y la recuperación de derechos en las comunidades del sur del Bronx.
Supuestamente, el proyecto también contempla futuras mejoras, incluyendo la evaluación ambiental para reemplazar o rehabilitar cinco puentes en la Autopista Transbronx, con el fin de garantizar la seguridad de aproximadamente 150.000 vehículos que transitan diariamente por la zona.
En definitiva, la conclusión de esta importante fase en Hunts Point simboliza una transformación urbana que beneficia a miles de residentes, no solo por la reducción del tráfico y la mejora del medio ambiente, sino también por ofrecer nuevas oportunidades de recreación y conectividad.
La inversión de más de 1.600 millones de euros demuestra el compromiso del estado de Nueva York con el desarrollo sostenible y la justicia social en uno de los barrios más emblemáticos del Bronx.