El gobierno de Nueva York anuncia una partida de 290 millones de euros para mejorar la infraestructura hídrica, beneficiando a comunidades y promoviendo la salud pública, el medio ambiente y la economía local.

El gobierno del estado de Nueva York ha comunicado hoy la disponibilidad de una nueva partida de fondos por valor de aproximadamente 290 millones de euros (equivalente a 325 millones de dólares) destinados a la próxima edición del programa de subvenciones para la mejora de la infraestructura de agua y la gestión intermunicipal de recursos hídricos.

Esta inversión significativa tiene como objetivo principal que los municipios de la región puedan reparar, modernizar y actualizar sus sistemas de agua potable y alcantarillado, acciones que impactan directamente en la protección de la salud pública, la mejora de la calidad del agua y el impulso del crecimiento económico local.

Este financiamiento refleja la firme voluntad del gobernador Kathy Hochul de promover la protección del agua limpia, la salud pública y la accesibilidad.

La modernización de la infraestructura no solo ayuda a salvaguardar el agua potable y el medio ambiente, sino que también genera empleos bien remunerados en sectores como la manufactura, la ingeniería y la construcción.

Además, busca aliviar la carga financiera de las familias trabajadoras de Nueva York, asegurando tarifas de servicios públicos asequibles.

Desde 2017, Nueva York ha invertido más de 5.2 mil millones de euros (aproximadamente 6 mil millones de dólares) en proyectos de infraestructura hídrica, consolidándose como uno de los estados líderes en Estados Unidos en este ámbito.

Solo en el año fiscal 2024, el estado destinó más de 2 mil millones de euros (unos 2.2 mil millones de dólares) en apoyo financiero a proyectos locales, y para el próximo año fiscal, se han asignado otros 430 millones de euros (500 millones de dólares) en el presupuesto para seguir fortaleciendo esta iniciativa.

El proceso de solicitud para estas subvenciones se abrirá el 20 de junio en la página web de la Corporación de Instalaciones Ambientales de Nueva York (EFC), que también facilitará el contacto con los Equipos de Asistencia Comunitaria.

Estos equipos ayudarán a los gobiernos locales a abordar las necesidades específicas de infraestructura hídrica y a presentar solicitudes competitivas.

La fecha límite para presentar las propuestas será el 12 de septiembre.

El programa prioriza proyectos que combaten contaminantes emergentes, como las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), que pueden encontrarse en algunos sistemas de agua y que requieren atención urgente.

Se destinará hasta el 70% del costo total de los proyectos que aborden estos contaminantes, siempre que superen los niveles máximos permitidos por las regulaciones estatales y federales.

Además, las comunidades pequeñas y rurales podrán recibir subvenciones dobles, pasando del 25% al 50% del costo neto del proyecto, para facilitar la reparación y actualización de sus sistemas de alcantarillado y agua potable.

La presidenta y directora ejecutiva de la EFC, Maureen A. Coleman, destacó que esta inversión es un cambio decisivo para las comunidades, permitiéndoles afrontar desafíos críticos como la eliminación de contaminantes peligrosos y la renovación de infraestructuras envejecidas.

La secretaria de Salud del estado, el Dr. James McDonald, afirmó que el compromiso del gobierno de Hochul garantiza que todos los neoyorquinos tengan acceso a agua limpia y segura, colaborando con las comunidades para eliminar plomo y PFAS.

Por su parte, la comisionada del Departamento de Conservación Ambiental, Amanda Lefton, resaltó que Nueva York lidera a nivel nacional en un enfoque integral para proteger la salud pública y el medio ambiente, invirtiendo en mejoras que no solo elevan la calidad del agua, sino que también mantienen bajos los costos para los residentes.

Legisladores como el senador Pete Harckham y la asambleísta Deborah J. Glick expresaron su apoyo, resaltando la importancia de estos fondos para garantizar el bienestar y el desarrollo sostenible de las comunidades.

En conclusión, Nueva York continúa consolidándose como un ejemplo en inversión en infraestructura hídrica, con un compromiso firme de proteger el recurso más vital para sus habitantes.

La implementación de estos fondos permitirá no solo cumplir con las regulaciones actuales, sino también prepararse para futuros estándares federales, asegurando un suministro de agua seguro y confiable para las generaciones venideras.