Hace 50 años, la película 'Jaws' revolucionó la visión pública sobre los tiburones blancos, generando miedos y conceptos equivocados que aún persisten en la actualidad. Este artículo analiza su historia, efectos y el papel del cine en la construcción de mitos sobre estas criaturas marinas.
Hace medio siglo, la película 'Jaws', estrenada el 20 de junio de 1975, marcó un antes y un después en la percepción pública de los tiburones blancos y su relación con los humanos.
Dirigida por Steven Spielberg, la cinta se convirtió en un fenómeno de taquilla que no solo rompió récords, sino que también avivó un temor colectivo hacia estas criaturas del océano, alimentando viejos mitos y consolidando una imagen de los tiburones como villanos peligrosos.
La historia de 'Jaws' está basada en la novela homónima de Peter Benchley, publicada en 1974, que a su vez fue inspirada por casos reales y leyendas urbanas sobre ataques de tiburones.
Aunque el filme es ficción, su influencia en la cultura popular es indiscutible, ya que contribuyó a la creación de una narrativa en la que los tiburones son villanos temibles, especialmente la especie conocida como el gran tiburón blanco.
El éxito de la película tuvo repercusiones en la percepción y conservación de los tiburones. Antes de 'Jaws', estos animales ya estaban presentes en los relatos de pescadores, ilustraciones y pinturas desde el siglo XIX; sin embargo, fue el filme el que catapultó su imagen a un nivel casi de monstruo antropomórfico.
Como ejemplo, en 1953, un tiburón bautizado como Forchu Ramer hundió un barco cerca de Nueva Escocia, en Canadá, un episodio que evidenciaba la vulnerabilidad de estas criaturas ante los mitos creados por la ficción.
Un aspecto importante para entender el impacto del filme está en el papel que desempeñó la tecnología en su producción. La famosa escena en la que el tiburón aparece por primera vez fue posible en parte por las dificultades técnicas con el robot mecánico, apodado Bruce.
La coherente utilización de la música de John Williams, en particular los momentos en que la música señalaba la presencia del tiburón, aumentó la tensión y el miedo en los espectadores.
Además de su impacto en la cultura popular, 'Jaws' ayudó a consolidar la idea de que todos los tiburones son peligrosos para los humanos. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Según datos recientes, en 2024, hubo apenas 47 ataques de tiburones no provocados en todo el mundo, con cuatro muertes, cifras que en comparación con los millones de individuos que mueren cada año en accidentes de tráfico o problemas de salud, reflejan un riesgo extremadamente bajo.
De hecho, los tiburones están en peligro, con más de 100 millones siendo capturados o asesinados cada año por la pesca comercial, muchas veces de manera accidental.
El efecto de 'Jaws' no ha sido únicamente negativo. La película también inspiró a muchas generaciones a estudiar la biología marina y a comprender mejor a estos animales. Según expertos, aun con la fama de peligrosos, los tiburones cumplen un papel crucial en el equilibrio ecológico del océano. Las campañas recientes revaloricen estos depredadores como actores ecológicos esenciales y promueven su conservación.
Históricamente, la figura del tiburón ha sido profundamente mitificada, mezclando el miedo con una admiración por su adaptación y supervivencia en un entorno tan hostil como el mar abierto.
La película también abrió el debate sobre el miedo instintivo y la percepción que tenemos del océano, un vasto territorio aún en gran medida desconocido, lleno de criaturas que despiertan más fascinación que peligro.
En resumen, 'Jaws' marcó un punto de inflexión en la relación entre humanos y tiburones, demostrando cómo el cine puede moldear creencias y actitudes, para bien o para mal.
Hoy en día, mientras la conservación de estos magníficos animales se vuelve cada vez más urgente, es vital recordar que, detrás de los mitos y el temor, los tiburones siguen siendo una pieza fundamental del ecosistema marino, y su supervivencia es clave para la salud de los mares del mundo.