Nueva Delhi, 7 de marzo: SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, se encuentra en una situación complicada tras perder comunicación con su nave Starship poco después de su octavo vuelo de prueba.

Este lanzamiento se llevó a cabo en el sitio de Starbase, en el sur de Texas, a las 6:30 p.m. EST del jueves (5:00 a.m. del viernes, hora de la India).

Aproximadamente siete minutos después del despegue, el enorme cohete de primera etapa de Starship, conocido como Super Heavy, fue capturado por la torre de lanzamiento de Starbase, utilizando los brazos mecánicos apodados "Mechazilla".

"¡Mechazilla ha atrapado al cohete Super Heavy!", compartió Musk en una publicación en la plataforma de redes sociales X. Sin embargo, la nave Starship perdió el control de altitud y se cortó la comunicación con el suelo.

SpaceX informó en una publicación de blog que, "antes de que terminara la quema de ascenso, un evento energético en la parte trasera de Starship provocó la pérdida de varios motores Raptor.

Esto, a su vez, llevó a una pérdida de control de actitud y, en última instancia, a la pérdida de comunicaciones con Starship". El último contacto con la nave ocurrió aproximadamente 9 minutos y 30 segundos después del lanzamiento.

Este no es el primer contratiempo para SpaceX; durante el séptimo vuelo de prueba también se perdió la comunicación con la nave. La compañía aseguró que "Starship voló dentro de un área de lanzamiento designada" y que no hubo daño al "público en tierra, en el agua o en el aire".

Inmediatamente, SpaceX coordinó con la FAA, el Control de Tráfico Aéreo y otros oficiales de seguridad para implementar respuestas de contingencia preplaneadas tras la anomalía.

SpaceX también agregó que "cualquier escombro sobreviviente habría caído dentro del área de respuesta a escombros preplanificada" y aclaró que "no hay materiales tóxicos presentes en los escombros y no se esperan impactos significativos sobre las especies marinas o la calidad del agua".

Con un test como este, el éxito radica en lo que aprendemos, y el vuelo de hoy ayudará a mejorar la fiabilidad de Starship", señaló la compañía en su cuenta de X.

Además, SpaceX planea llevar a cabo una "investigación exhaustiva, en coordinación con la FAA" y "implementar acciones correctivas" para futuras pruebas de vuelo de Starship.

A pesar de estos contratiempos, SpaceX ha demostrado a lo largo de su historia una capacidad notable para aprender de sus fracasos. Desde sus inicios en 2002, la empresa ha enfrentado numerosos desafíos, pero ha logrado avances significativos en la tecnología espacial. La meta de Musk de colonizar Marte sigue siendo un objetivo ambicioso y, aunque este último vuelo no resultó como se esperaba, los datos obtenidos podrían ser cruciales para el desarrollo de futuras misiones exitosas.

La comunidad espacial estará atenta a los próximos pasos de SpaceX en su travesía hacia el espacio.

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