A pesar de que la vacuna contra la gripe de esta temporada podría no estar completamente adaptada a algunos virus circulantes, los expertos insisten en que la vacunación sigue siendo fundamental para prevenir complicaciones severas y hospitalizaciones.

La temporada de gripe está nuevamente en marcha en Canadá y otros países del hemisferio norte, con un aumento progresivo en el número de casos y hospitalizaciones.

Aunque algunos científicos advierten que la vacuna diseñada para esta temporada podría no ajustarse completamente a las cepas específicas que circulan, los expertos coinciden en que seguir vacunándose es una estrategia crucial para reducir los riesgos de complicaciones graves.

La gripe, conocida médicamente como influenza, ha sido durante mucho tiempo una enfermedad estacional que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Su historial es extenso, con registros que datan de la Primera Guerra Mundial, cuando las pandemias de influenza causaron millones de muertes a nivel global.

La vacunación anual contra la gripe se implementó por primera vez en los años 40 y desde entonces ha sido una de las principales herramientas para controlar la propagación y la gravedad de la enfermedad.

Cada año, las vacunas son formuladas con componentes diseñados para estimular una respuesta inmunitaria contra las cepas de virus que se anticipa serán las más prevalentes en la temporada.

Sin embargo, debido a la rápida mutación del virus, especialmente en las cepas H3N2 y H1N1 del tipo influenza A, no siempre la vacuna coincide a la perfección con las formas que circularán en la comunidad.

En el caso de esta temporada, algunos científicos advierten que la cepa H3N2 podría no estar completamente cubierta por la formulación actual de la vacuna.

A pesar de ello, varios estudios científicos recientes, incluidos revisiones sistemáticas, muestran que la vacuna sigue ofreciendo una protección significativa, especialmente contra las formas graves de la enfermedad.

La inmunización puede reducir en hasta un 50% la probabilidad de sufrir complicaciones severas, incluyendo hospitalización y muerte. De hecho, en Canadá, la mayoría de las muertes relacionadas con la influenza en 2022 (más del 80%) ocurrieron en personas mayores de 65 años, y la vacunación ha demostrado reducir la gravedad del cuadro clínico en todos los grupos de edad.

Es importante destacar que la protección que brinda la vacuna también ayuda a disminuir la transmisión del virus en la comunidad, lo cual es vital para proteger a los grupos más vulnerables, como los ancianos, los niños pequeños y las personas con condiciones médicas crónicas.

La historia nos muestra, además, que las campañas de vacunación masiva han evitado pandemias y la propagación extensiva del virus en distintas épocas.

Las recomendaciones oficiales, como las del Comité Nacional de Inmunización de Canadá (NACI), establecen que la vacunación contra la gripe debería ser anual y recomendable para toda la población mayor de 6 meses, especialmente para quienes tienen un riesgo elevado de presentar complicaciones.

La vacunación durante el embarazo también es especialmente importante para proteger tanto a la madre como al recién nacido, quien en sus primeros meses de vida se encuentra particularmente vulnerable.

En Estados Unidos, las estadísticas muestran que una parte significativa de las personas hospitalizadas por gripe no estaban vacunadas en temporada pasada, y un porcentaje elevado de los fallecimientos infantiles también ocurrió en niños no inmunizados.

Esto refuerza la idea de que la vacunación sigue siendo la herramienta más efectiva para prevenir cuadros severos y evitar la sobrecarga del sistema hospitalario.

El costo de la vacuna en países europeos, como Alemania, ronda los 15 a 25 euros, dependiendo del centro de vacunación y la cobertura del seguro. Aunque algunos sectores cuestionan su eficacia en condiciones de mismatch, la evidencia apoya que la vacunación sigue siendo una estrategia clave para evitar hospitalizaciones en caso de contagio.

En conclusión, a pesar de las incertidumbres relacionadas con la precisión del ajuste de la vacuna a las cepas circulantes, la ciencia confirma que vacunarse contra la gripe sigue siendo una medida de protección altamente recomendable.

La historia y los datos actuales muestran que prevenir la enfermedad puede marcar la diferencia entre una temporada difícil y una en la que muchos problemas de salud puedan evitarse.

La recomendación es acudir a los centros de vacunación lo antes posible y protegerse a sí mismo y a su comunidad.