Un hombre de la región de British Columbia en Canadá falleció semanas después de ser atacado y gravemente herido por un oso grizzly durante una expedición de caza. La víctima logró sobrevivir inicialmente, pero las heridas y complicaciones posteriores le costaron la vida. La historia destaca la peligrosidad de la interacción con la fauna salvaje en zonas rurales y montañosas.

British Columbia, situada en la costa oeste de Canadá, es conocida por su impresionante belleza natural y su gran biodiversidad. Sin embargo, esta riqueza ecológica también conlleva riesgos, especialmente en áreas donde la interacción con animales salvajes es frecuente.

El pasado 2 de octubre, en la región de East Kootenay, un hombre de 63 años llamado Joe Pendry sufrió un ataque de un oso grizzly mientras cazaba alces cerca de Fort Steele, una localidad situada al noreste de Cranbrook.

La experiencia del hombre en actividades de caza y su pasado como boxeador le permitieron luchar por su vida en medio de la agresión. Pendry logró defenderse en varias ocasiones, disparándole en una pierna al animal, y en un momento incluso llegó a morderle una oreja. A pesar de las heridas profundas y traumáticas, que incluyeron la pérdida de un dedo, lesiones en los labios, parte del cuero cabelludo, además de fracturas múltiples en la cara, las piernas y las costillas, fue capaz de llamar a los servicios de emergencia.

Tras el ataque, Joe Pendry fue evacuado en helicóptero al hospital general de Kelowna, donde le sometieron a varias cirugías reconstructivas y de reparación de los daños sufridos.

La gravedad de su estado initial llevó a los médicos a temer por su vida, pero logró mantenerse estable gracias a la atención médica. La valentía de Pendry, sumada a su experiencia en deportes de combate, fue determinante para que pudiese sobrevivir a aquella inusual y brutal agresión.

Pocos días después, las autoridades de la Oficina de Conservación de British Columbia lograron localizar y recuperar un oso grizzly muerto en la misma zona, confirmando así que este animal era el responsable del ataque.

La necropsia y las pruebas de ADN determinaron la conexión con la agresión. Según información de los responsables ambientales, se cree que el oso murió a causa de una septicemia, probablemente tras las lesiones sufridas en el enfrentamiento.

La presencia de osos grizzly en Canadá, particularmente en British Columbia, es histórica y ha sido motivo de regulación y control para prevenir ataques.

Estos animales, considerados una especie emblemática y en peligro en algunas áreas, suelen mantener un comportamiento reservado, pero en ocasiones, pueden reaccionar de manera agresiva ante amenazas o provocaciones, especialmente cuando protegen a sus crías.

El incidente de Pendry no es aislado. La provincia recibe aproximadamente entre 400 y 500 llamados anuales relacionados con avistamientos y conflictos con osos grizzly, según informa la organización sin fines de lucro WildSafeBC, dedicada a promover la seguridad en actividades al aire libre.

Aunque las interacciones fatales con estos animales son poco frecuentes, no son inexistentes, y las precauciones deben ser siempre extremadas.

Incidentemente, en Canadá, el oso grizzly ha sido símbolo de la naturaleza salvaje y uno de los animales emblemáticos que ha motivado campañas para su conservación y protección.

Sin embargo, el aumento de la presencia humana en zonas rurales y montañosas ha incrementado los riesgos de encuentros peligrosos.

El caso de Joe Pendry resalta la importancia de saber cómo actuar en presencia de animales salvajes y qué medidas adoptar para prevenir tragedias. Expertos recomiendan mantener distancia, no alimentar a los animales, y hacer ruido para evitar sorpresas. Además, la historia sirve como recordatorio de que, aunque la naturaleza ofrece innumerables aventuras y experiencias enriquecedoras, también requiere respeto y precaución constante.

A través de incidentes como este, las autoridades y las comunidades refuerzan sus esfuerzos por educar a la población sobre la coexistencia segura con la fauna salvaje, preservando además la riqueza ecológica de Canadá.

El fallecimiento de Pendry, aunque trágico, ha generado conciencia respecto a los peligros inherentes a las actividades en entornos naturales y la importancia de seguir protocolos de seguridad para proteger vidas humanas y animales.