Un reconocido profesional de la tecnología en India enfrenta acusaciones públicas por supuestamente engañar a varias startups mediante currículums falsos y trabajar en múltiples empresas al mismo tiempo, generando debate sobre la integridad en el ecosistema tecnológico.

En el mundo de la tecnología, una reciente controversia ha sacudido los cimientos del ecosistema startup en India y ha puesto en evidencia los riesgos asociados a la verificación de antecedentes y la ética laboral.

Soham Parekh, un ingeniero de software supuestamente originario de la India, se ha convertido en el centro de atención tras ser acusado públicamente por Suhail Doshi, cofundador de las empresas Mixpanel y Playground AI, de mantener una doble vida laboral y presentar un currículo falsificado.

La acusación, que se volvió viral en la plataforma X (antes Twitter), señala que Parekh habría trabajado simultáneamente en varias startups, incluyendo algunas respaldadas por Y Combinator (YC), una de las aceleradoras más prestigiosas del mundo.

Según Doshi, Parekh fue contratado y despedido en menos de una semana por presentar información engañosa, pero presuntamente continuó buscando empleo en otras compañías sin que estas detectaran su comportamiento.

El propio Doshi compartió en sus publicaciones un currículum que, según él, está «probablemente en un 90% falsificado». En dicho documento, Parekh afirmaba haber colaborado con empresas como Dynamo AI, Union AI y Synthesia, entre otras. Sin embargo, después de verificar con varias de esas compañías, Doshi asegura que la experiencia y las referencias aportadas por Parekh parecen ser engañosas.

Este escándalo ha encendido un debate sobre la práctica del moonlighting, o trabajo en múltiples empresas, y la importancia de realizar procesos rigurosos de verificación en el proceso de reclutamiento dentro del sector tecnológico.

Algunos expertos y fundadores han expresado su preocupación por la facilidad con la que profesionales inescrupulosos pueden aprovecharse de la confianza de las startups, especialmente en un mercado laboral donde la demanda de talento calificado es alta.

Supuestamente, la historia de Parekh no es un caso aislado. En redes sociales y foros especializados, se han reportado otros casos similares, donde empleados han manipulado sus currículums o han trabajado en varias compañías sin autorización.

Además, se estima que hay miles de profesionales en India y otros países que ejercen múltiples empleos de forma clandestina, algunos ganando sumas millonarias en rupias (equivalentes a varios miles de euros) al año, sin que sus empleadores lo sepan.

El incidente ha provocado respuestas tanto de la comunidad tecnológica como de inversores. Algunos sugieren que las startups deben implementar sistemas más efectivos de verificación de antecedentes, incluyendo el uso de inteligencia artificial para realizar referencias y controles KYC (Conozca a su cliente).

Por su parte, otros han condenado la falta de ética profesional y han llamado a una mayor responsabilidad en la gestión de recursos humanos.

Supuestamente, en India, el mercado laboral tecnológico ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, y muchos jóvenes profesionales buscan aprovechar las oportunidades en startups innovadoras.

Sin embargo, casos como el de Parekh resaltan la necesidad de fortalecer los procesos de selección y la cultura de transparencia. Mientras tanto, las redes sociales continúan discutiendo si las plataformas y las empresas deben establecer mecanismos legales para sancionar a quienes incumplen las normas éticas.

En conclusión, el caso de Soham Parekh ha abierto un debate fundamental sobre la integridad en el sector tecnológico y la importancia de proteger a las startups de prácticas fraudulentas.

La comunidad internacional observa con atención cómo evoluciona esta situación, que podría marcar un precedente en las políticas de contratación y en la lucha contra el fraude laboral en el ámbito digital.