Un equipo de investigadores de seis universidades estudia las emisiones de óxido nitroso provenientes de una torre de CBC en Yorkton para mitigar el impacto ambiental del uso de fertilizantes.
Investigadores de seis universidades están llevando a cabo un estudio para medir las emisiones de óxido nitroso provenientes de una antigua torre de transmisión de CBC, ubicada cerca de Yorkton, Saskatchewan.
Este esfuerzo busca reducir la emisión de este potente gas de efecto invernadero.
El óxido nitroso, un subproducto del uso de fertilizantes nitrogenados, es aproximadamente 300 veces más potente que el dióxido de carbono en cuanto a su capacidad para atrapar calor en la atmósfera.
Este gas, además, tiene una vida útil mucho más prolongada, con un tiempo de degradación de alrededor de 100 años, en comparación con el metano que se degrada en aproximadamente 10 años.
Erin Daly, la gerente del proyecto CanN200Net, destacó que aunque el fertilizante nitrogenado es crucial para el crecimiento de cultivos, no se utiliza de manera completamente eficiente.
Se estima que alrededor del 50% del fertilizante que los productores aplican no se transforma en productos agrícolas.
Daly explicó que el nitrógeno puede perderse a través de procesos como la escorrentía, la lixiviación o las pérdidas gaseosas como el óxido nitroso.
A pesar de sus desventajas, el fertilizante es esencial para la salud de la fertilidad del suelo y para satisfacer la creciente demanda alimentaria mundial.
Sin el uso de fertilizantes nitrogenados, alcanzar los rendimientos actuales en la seguridad alimentaria global sería prácticamente imposible.
La torre de CBC en Yorkton se está utilizando como una estructura alta que permite al equipo de investigación realizar mediciones de emisiones de óxido nitroso en un área extendida, lo que facilitará una recopilación de datos más amplia y precisa.
Daly menciona que estos esfuerzos están enfocándose en colaborar con agricultores, legisladores y organizaciones de productores para lograr un progreso significativo en la reducción de las emisiones de óxido nitroso.
Los desafíos no se limitan solo a los investigadores.
Ian McCreary, un agricultor de Bladworth, Saskatchewan, está tomando medidas activas para utilizar fertilizantes de manera más eficiente.
Utiliza fertilizante nitrogenado en forma líquida, lo que le permite ajustar la cantidad utilizada según las necesidades específicas del suelo de su parcela.
Consciente del impacto ambiental del uso de fertilizantes, McCreary ha realizado un estudio profundo para optimizar su aplicación.
Cada parcela de sus tierras a sido mapeada para identificar zonas específicas que requieren cantidades distintas de nitrógeno, lo que le ha permitido aplicar el fertilizante de manera más eficiente y sustancialmente reducir las emisiones de óxido nitroso.
A pesar de que muchos agricultores ya están adoptando prácticas de gestión óptimas, McCreary señala que el reto reside en la cohesión del sector agrícola en su conjunto, para que cada agricultores tenga acceso a recursos y conocimientos que faciliten la efectividad de sus labores.
Él se mantiene optimista sobre la educación y la creación de una conciencia sobre prácticas que contribuyan a la reducción de emisiones, lo cual es vital para el futuro de la agricultura sostenible en la región.
Este estudio es parte de un esfuerzo más amplio por parte de los científicos y profesionales agrícolas para entender y mitigar el impacto del uso de fertilizantes en el medio ambiente, lo que es cada vez más urgente dado el crecimiento continuo de la población mundial y la demanda de producción de alimentos.
Se espera que esta colaboración entre academia y agricultores no solo beneficie a la salud ambiental, sino que también ayude a mantener la viabilidad y sostenibilidad de la agricultura en Saskatchewan.