Una granja de avestruces en British Columbia intenta detener mediante recurso legal la orden de sacrificio de sus aves por un brote de gripe aviar, en un caso que ha generado debates sobre la autoridad gubernamental y las políticas sanitarias en Norteamérica.

La granja Universal Ostrich, ubicada en Edgewood, en la provincia de British Columbia, se encuentra en el centro de una disputa legal que ha tenido repercusiones internacionales.

La granja fue ordenada a sacrificar más de 400 de sus aves tras confirmarse un brote de gripe aviar altamente patógena en diciembre pasado. Sin embargo, los propietarios apelan esta decisión ante la Corte de Apelaciones Federal, argumentando que su rebaño no presenta evidencia actual de infección y que la ejecución del sacrificio sería injustificada.

Este caso ha resaltado el debate sobre la gestión de enfermedades animales y las políticas sanitarias aplicadas por las autoridades canadienses. La Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA, por sus siglas en inglés) justificó la orden de eliminación automática como parte de un plan para contener la propagación de la enfermedad, que ha afectado a millones de aves en toda la provincia, causando pérdidas económicas sustanciales y generando preocupación en el ámbito de la seguridad alimentaria.

El brote de gripe aviar en British Columbia se sitúa en un contexto global donde la migración de aves y el comercio internacional contribuyen a la rápida dispersión de virus zoonóticos.

Históricamente, el control de la gripe aviar ha sido un reto complejo para múltiples países. Por ejemplo, en 2004, Europa también enfrentó una serie de brotes que llevaron a la eutanasia de millones de aves para evitar una pandemia.

A pesar de la orden inicial, los propietarios de Universal Ostrich han señalado que en los últimos meses no se han detectado casos adicionales de gripe en su establo y que las aves deberían ser sometidas a nuevas pruebas para verificar su resistencia o inmunidad.

Sin embargo, la justicia federal, en su fallo de mayo, afirmó que la orden de sacrificar estaba fundamentada en el mandato de la CFIA para prevenir la expansión del virus.

El caso ha llamado la atención de figuras públicas en Estados Unidos, incluyendo al activista y político Robert F. Kennedy Jr., y al reconocido presentador de televisión Dr. Mehmet Oz, quienes han manifestado su apoyo a la causa de la granja, sugiriendo que la política de sacrificios masivos podría estar basándose en evidencia insuficiente o ser excesiva.

Para el próximo martes, la Corte de Apelaciones Federal en Ottawa ha programado una audiencia urgente para revisar los argumentos del granjero. Mientras tanto, las autoridades han optado por suspender temporalmente la orden de sacrificio, permitiendo que las aves continúen en el establecimiento a la espera de los resultados de nuevos análisis.

Este caso ha generado una discusión más amplia sobre cómo los gobiernos manejan las emergencias sanitarias en el ámbito agropecuario y si las decisiones son proporcionales a la amenaza real que representan ciertos patógenos.

La granja Universal Ostrich busca no solo salvar sus aves, sino también promover cambios en las políticas que regulan la salud animal, con la esperanza de evitar sacrificios injustificados en el futuro.

El enfrentamiento judicial en Canadá recuerda situaciones similares en otros países, donde la tensión entre salud pública y derechos de los agricultores ha provocado debates acalorados.

La comunidad internacional observa con interés cómo se resuelve este conflicto, que podría sentar precedentes importantes para el manejo de crisis zoonóticas en la era moderna.